jueves, 16 de septiembre de 2021

¡Hola, señor cartero!




    Para entrar en contexto, por favor ver este video

                 https://youtu.be/oezGhRJnXRw








CARTA ABIERTA

AL PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA

DONALD J. TRUMP


Domingo, 25 de octubre, 2020

Solemnidad de Cristo el Rey.


«Señor Presidente,


Permítame dirigirme a usted en esta hora en la cual el destino del mundo entero está siendo amenazado por una conspiración global contra Dios y la humanidad. Le escribo como Arzobispo, como Sucesor de los Apóstoles, como el ex Nuncio Apostólico para los Estados Unidos de América. Le estoy escribiendo en medio del silencio de las autoridades tanto civiles como religiosas. Acepte mis palabras como la «voz del que llora en el desierto» (Jn 1:23).


Como dije cuando le escribí mi carta en junio, este momento histórico ve las fuerzas del Mal alineadas en una batalla sin cuartel contra las fuerzas del Bien; las fuerzas del Mal que aparecen poderosas y organizadas mientras se oponen a los niños de la Luz, quienes están desorientados y desorganizados, abandonados por sus líderes temporales y espirituales.


A diario sentimos multiplicarse los ataques de aquellos que quieren destruir la base misma de la sociedad: la familia natural, el respeto por la vida humana, el amor por el país, libertad de educación y negocio. Vemos a los líderes de naciones y líderes religiosos complacientes a este suicidio de la cultura Occidental y alma Cristiana, mientras los derechos fundamentales de los ciudadanos y creyentes son negados en el nombre de una emergencia de salud que se está revelando completamente más y más como instrumental al establecimiento de una tiranía inhumana sin rostro.


Un plan global llamado el Gran Reseteo está en marcha. Su arquitecto es una élite global que quiere dominar toda la humanidad, imponiendo medidas coercitivas con las cuales limitar drásticamente las libertades individuales y a aquellos en poblaciones enteras. En varias naciones este plan ya ha sido aprobado y financiado; en otras está aún en una etapa inicial. Detrás de los líderes mundiales quienes son cómplices y ejecutores de este proyecto infernal, hay caracteres inescrupulosos que financian el Foro Económico Mundial y el Evento 201, promoviendo su agenda.


El propósito del Gran Reseteo es la imposición de una dictadura sanitaria apuntando a la imposición de medidas liberticidas, ocultas detrás de promesas tentadoras de asegurar un ingreso universal y cancelando la deuda individual. El precio de esas concesiones del Fondo Monetario Internacional será la renuncia a la propiedad privada y la adherencia a un programa de vacunación Covid-19 y Covid-21 promovido por Bill Gates con la colaboración de los principales grupos farmacéuticos. Más allá de los enormes intereses económicos que motivan a los promotores del Gran Reseteo, la imposición de la vacunación será acompañada de un pasaporte de salud y un ID digital, con el consecuente rastreo de contacto de la población del mundo entero. Aquellos que no acepten esas medidas serán confinados en campos de detención o puestos bajo arresto domiciliario, y todos sus activos serán confiscados.


Sr. Presidente, me imagino que usted ya está consciente de que en algunos países, el Gran Reseteo será activado entre el final de este año y el primer trimestre del 2021. Para ese propósito se han planeado más encierros, los cuales serán oficialmente justificados por una supuesta segunda y tercera ola de pandemia. Usted está muy consciente de las intenciones que han sido desplegadas para sembrar el pánico y legitimizar las limitaciones draconianas a las libertades individuales, provocando ingeniosamente una crisis económica a nivel mundial. En las intenciones de sus arquitectos, esa crisis servirá para hacer irreversible el recurso de las naciones al Gran Reseteo, dando por lo tanto el golpe final a un mundo cuya propia memoria y existencia ellos quieren cancelar completamente. Pero este mundo, Sr. Presidente, incluye personas, afectos, instituciones, fe, cultura, tradiciones e ideales: personas y valores que no actúan como autómatas, quienes no obedecen como máquinas, porque están dotados de un alma y un corazón, que están enlazados por un vínculo espiritual que obtiene su fortaleza de arriba, de ese Dios que nuestros adversarios quieren retar, igual como hizo Lucifer al comienzo de nuestro tiempo con su «non serviam«.


Mucha gente – como bien sabemos – está fastidiada por esa referencia al choque entre el Bien y el Mal y el uso de términos «apocalípticos», los cuales de acuerdo a ellos exasperan los espíritus y agudizan las divisiones. No es sorprendente que el enemigo esté enojado al ser descubierto justo cuando cree que ha alcanzado la ciudad que piensa conquistar sin perturbaciones. Lo que es sorprendente, sin embargo, es que nadie hace sonar la alarma. La reacción del estado profundo a aquellos que denuncian su plan es rota e incoherente, pero comprensible. Justo cuando la complicidad de los Medios Masivos han tenido éxito en la transición al Nuevo Orden Mundial casi sin dolor e inadvertidos, están saliendo a la luz todo tipo de engaños, escándalos y crímenes.


Hasta hace pocos meses, era fácil desprestigiar como «teóricos de conspiración» a aquellos que denunciaban esos planes terribles, los cuales ahora vemos se están llevando a cabo al más pequeño detalle. Nadie, hasta febrero pasado, habría pensado que, en todas nuestras ciudades, los ciudadanos serían arrestados por simplemente querer caminar por la calle, respirar, por querer mantener sus negocios abiertos, por querer ir a la iglesia el domingo. Sin embargo ahora está ocurriendo en todo el mundo, incluso en la pintoresca Italia que muchos estadounidenses consideran ser un pequeño país encantado, con sus antiguos monumentos, sus iglesias, sus ciudades encantadoras, sus características villas. Y mientras los políticos están  protegidos dentro de sus palacios promulgando decretos como sátrapas persas, los negocios están fallando, los talleres cerrando, y previenen que la gente viva, viaje, trabaje y ore. Las desastrosas consecuencias psicológicas de esta operación ya se están viendo, empezando con los suicidios de empresarios desesperados y de nuestros niños segregados de sus amigos, compañeros de clases, diciéndoles que sigan sus clases mientras se sientan solos en casa frente a un computador.


En la Sagrada Escritura, San Pablo nos habla de «el que se opone» a la manifestación del misterio de la iniquidad, el kathekon (2 Tesalonicenses 2:6-7). En la esfera religiosa, ese obstáculo al mal es la Iglesia, y en particular el Papado; en la esfera política, son aquellos que impiden el establecimiento del Nuevo Orden Mundial.


Como es claro ahora, el que ocupa la Silla de Pedro ha traicionado su papel desde el mismo inicio para poder  defender y promover  la ideología globalista, apoyando la agenda de la Iglesia profunda, que lo eligió de sus rangos.


Sr. Presidente, usted ha declarado claramente que quiere defender a la nación – Una nación bajo Dios, libertades fundamentales, y valores no negociables que hoy son negados y contra los que se lucha hoy. Es usted, querido Presidente, quien es «el que se opone» al estado profundo,  el asalto final a los niños de la obscuridad.


Por esa razón es necesario que todas las personas de bien sean persuadidas por la  importancia de época de las inminentes elecciones: no tanto por el destino de tal o cual programa político, sino debido a la inspiración general de su acción que encarna mejor – en este particular contexto histórico – ese mundo, nuestro mundo, el cual ellos quieren cancelar por todos los medios del encierro. Su adversario es también nuestro adversario: es el Enemigo de la raza humana, El quien es «un asesino desde el principio» (Jn 8:44).


A su alrededor se reúnen con fe y coraje aquellos que lo consideran la guarnición final contra la dictadura mundial. La alternativa es votar por una persona que está manipulada por el estado profundo, gravemente comprometida por escándalos y corrupción, que hará a los Estados Unidos lo que Jorge Mario Bergoglio está haciendo a la Iglesia, el Primer Ministro Conte a Italia, el Presidente Macron a Francia, el Primer Ministro Sanchez a España, y más. La naturaleza de chantaje de Joe Biden – al igual que la de los prelados del «círculo mágico» del Vaticano – lo expondrá para ser usado inescrupulosamente, permitiendo a poderes ilegítimos tanto en política doméstica así como también en balances internacionales. Es obvio que aquellos que lo manipulan ya tienen a alguien peor que él listo, con quien lo reemplazarán tan pronto como se presente la oportunidad.


Y aún así, en medio de esa desolada imagen, de ese aparentemente imparable avance del «Enemigo Invisible», emerge un elemento de esperanza. El adversario no sabe cómo amar, y no comprende que no es suficiente el asegurar un ingreso universal o cancelar las deudas de hipotecas para poder subyugar a las masas y convencerlos de ser marcados como ganado. Esa gente, que por mucho tiempo ha soportado los abusos de un poder tiránico y odioso, está redescubriendo que tiene un alma; está entendiendo que no está dispuesta a cambiar su libertad por la homogenización y cancelación de su identidad; está empezando a comprender el valor de los lazos familiares y sociales, de los lazos de fe y cultura que unen a la gente honesta. Ese Gran Reseteo está destinado a fallar porque aquellos que lo planearon no entienden que aún hay gente lista para tomar las calles y defender sus derechos, para proteger a sus seres queridos, para dar un futuro a sus hijos y nietos. La nivelación inhumana del proyecto globalista se destrozará miserablemente en el rostro de la oposición firme y con coraje de los hijos de la Luz. El enemigo tiene a Satán de su lado, El quién solo sabe cómo odiar. Pero de nuestro lado, tenemos al Señor Todopoderoso, el Dios de los ejércitos arreglados para la batalla, y la Más Santa Virgen, quien aplastará la cabeza de la antigua Serpiente. «Si Dios está con nosotros, ¿quién puede estar en contra nuestra?» (Rom 8:31).


Sr. Presidente, usted está muy consciente que, en esta hora crucial, los Estados Unidos de América son considerados el muro defensor contra el cual la guerra declarada por los defensores del globalismo ha sido desatada. Ponga su confianza en el Señor, reforzada por las palabras del Apóstol Pablo: «Puedo hacer todas la cosas en El, quien me fortalece» (Fil 4:13). El ser un instrumento de la Divina Providencia es una gran responsabilidad, por lo cual usted recibirá todas las gracias de estado que necesita, ya que están siendo fervientemente imploradas para usted, por mucha gente que lo apoya con sus oraciones.


Con esa esperanza celestial y la seguridad de mis oraciones  por usted, por la Primera Dama, y por sus colaboradores, con todo mi corazón le envío mi bendición.


¡Dios bendiga a los Estados Unidos de América!»


+Carlo Maria Vigano

Título Arzobispo de Ulpiana

Ex Nuncio Apostólico para los Estados Unidos de América.






Claro que salieron a desmentir esto, como no podía ser de otra forma.  Pero yo creo que es verdad...



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jueves, 29 de julio de 2021

Freddy Kruger is Back




Click⬇️


https://youtu.be/5P3Bl51S8Hw


                    






                                       ... the nightmare supporter now is gone.
                                                        But the threat remains....




                             







sábado, 17 de julio de 2021

Veinte años no son nada... ¿o sí?


A pocos días de que nos impongan la condición para poder participar en la sociedad, estos siguen con la pelotita...









                      Click. 👆



                                


                               


  



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viernes, 11 de junio de 2021

UN CORTE COMERCIAL Y... ¿VOLVEMOS? 😧

 

  El video



Click acá   https://youtu.be/-qYX3ZqA5JU






El video dice que se propone ser objetivo pero, por el tipo de presentación y la manera en que lo produjeron, es claramente nueva normalidad-oriented.  Es muy interesante notar el tipo de promoción que hace en el final. Pero decidan por ustedes si están de acuerdo con mi opinión.

Ello$ son tan solo unas pocas cucaracha$ preocupadas por el rendimiento de sus multimillonarias inversiones. El fin justifica los medios, no es así? Pero son pocos en comparación con la cantidad de seres  humanos que hay en el mundo.  No es tan difícil despertar. ¿Por qué tenemos que creer en la narrativa de los medios, y suponer que no nos ocultan información que favorece este plan?  

Piensen, investiguen, dejemos de pelear y competir entre nosotros, porque ellos buscan eso para que sus planes tengan éxito. Trágicamente, ya han avanzado mucho. No olvidemos a nuestros seres queridos, familiares, conocidos, amigos, vecinos. 

Abramos una puerta o una ventana en la habitación porque hay olor a encierro.

Si no nos queda otra salida que someternos a sus reglas de juego — a esa urgencia en particular — para sobrevivir y para no quedar afuera del Edén $ostenible que han estado planificando, al menos hagámonos esta pregunta: ¿tienen otro$ que pensar y decidir por nuestra vida y nuestro futuro?






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jueves, 29 de abril de 2021

LA HUMANIDAD ESTÁ ACORRALADA












SALMO 64


Señor, escucha mi queja. Protégeme del temor a mis enemigos. 

2 Escóndeme de la conspiración de los malvados, de la intrigas de perversos. 3 Afilan sus lenguas como espadas; lanzan como flechas sus palabras amargas. 4 Desde su emboscada tiran contra el inocente. Lo hacen sin aviso, y no tienen temor. 5 Unos a otros se animan a cometer el mal. Planean cómo poner sus trampas. «Aquí jamás las descubrirán», dicen. 6 Maquinan sus perversidades, y dicen: «Hemos tramado el plan perfecto». ¡Sí!,  ¡los pensamientos y el corazón humano no se pueden comprender!

7 Pero Dios mismo les disparará y caerán. Sin aviso las flechas los herirán. 8 Sus propias palabras se volverán contra ellos y los destruirán. Cuantos los vean se burlarán de ellos. 9 Entonces todos sentirán temor, proclamarán las poderosas obras de Dios; por fin reconocerán las admirables cosas que él hace. 10 Y los justos se regocijarán en el Señor, y encontrarán refugio en él. Y los de recto corazón lo alabarán. 


Versión Nueva Biblia Viva

 

















Este salmo es porque estamos a la de Dios. 

Ello$  tienen en marcha el plan perfecto, 

y nosotros andamos con desinformación e ironías útiles para ello$. 

¿De qué lado estamos? 

Pensá un poco antes de esa reacción previsible.

 Informate.





















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domingo, 4 de abril de 2021

LA TORRE DE NIMROD

 






Vamos, vamos nosotros también a destruir la torre de Nimrod y a mostrar al mundo en quiénes se ha posesionado en estos días aquel antiguo rey, aquel perverso que, en su codicia, nunca ha dejado de acechar. Los hijos de Nimrod amenazan con llegar a lo más alto, aunque nunca alcanzarán las alturas del Altísimo. Proyectan contra la bóveda celeste sus hechicerías engañosas, envían sus maleficios para provocar a ira al mar, a la tierra y a los vientos, mientras claman que para apaciguarlos deben oprimir  a las gentes. En las moradas de los incautos, a través de sus espejos negros, hunden los cuchillos oxidados de sus mentiras, seducción agradable de hombres y mujeres que han ganado el mundo.  ¿No ves que se han hecho de arcos y de flechas que esta vez pueden llegar realmente lejos en la Tierra, lejos como nunca antes habían logrado los de su estirpe imperial en el pasado?


Vamos, vamos nosotros también a destruir la torre de Babel, a correr las cortinas para que entre el sol del alba y los deje chamuscados sobre el piso antes de que —envanecidos del mañana— vuelvan a esconderse en sus sarcófagos . A la verdad, no habrá más oportunidad ni tiempo para nadie. 


No podrás enfrentarlos sin la armadura necesaria, la única que te salvaguardará, la que llevas en la mente cuando está despejada y en el corazón cuando queda aligerado, ambos bajo dominio propio mientras la potestad del aire ruge y la confusión de las aguas que corren de aquí para allá arrasa con todo. 


Vamos, vamos, como palomas en medio de serpientes, como los que saben cuándo habrá que huir a las montañas en la víspera del fuego y del azufre, como los que están avisados del ejército de las criaturas venenosas que emergieron del abismo y que al abismo volverán luego de sus victorias efímeras.


Vamos, vamos nosotros a destruir la torre de Babel, pero no como los hijos de Nimrod destruyen la Tierra y extravían a sus moradores. Y no temamos porque el fin —así como ha sido escrito— así será.







                                                                                    Eusebio Natanael

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jueves, 1 de abril de 2021

MY LIFE AS I KNEW IT WAS ABOUT TO END

 





MY LIFE AS I KNEW IT WAS ABOUT TO END

 

      Ever the sentimental, that very last class of my whole secondary school era, I was the only one to be fussing about having to say goodbye. “What will become of us?” I kept wondering aloud in the classroom, as if our fates ahead would entail being sent to the enemy lines. “Shut up, or you’ll find out soon,” went the mildest reaction. But my apprehension was stronger than my mates’ indifference: I could not help butting in with  my school-sick remarks, until the wimpiest of the guys grabbed me by my tie, pulled me close to his face and hissed “Stop it. We’re talking about having it off, don’t you see?”

 

      It took me two or three more shoves to realise that the boys weren’t in the same mood, so I left them alone and found myself meandering along the corridor. There I found William, the guy who, in the teachers’ opinion, epitomised the industrious student, though at the same time, just a disgusting swot, depending on which side you were. He was slouching on his own, his eyes apparently lost in foreshadowing melancholy. I went straight to cry on his shoulder. Promptly, however, I was proved wrong: actually, he had been daydreaming of his University life and couldn’t wait for the following year to begin. “I might have known that you would miss this assembly-line of losers,”  William snorted, leaving me speechless.

 

      My life as I knew it was about to end in a couple of periods. The only reason why most of us remained at our desks those last moments was our English teacher. Many had a crush on her, especially a certain guy who had been bluffing about a special goodbye kiss. But she wouldn’t turn up to give us the last laugh. In her place, a mere list with our final marks arrived only.  Then, upon returning to the classroom from the toilet, I found that everybody had disbanded for good.

     Depending on who my interlocutor is, I pretend to concur with the coming-of-age pieces of wisdom. However, deep inside, I readily toss them into my cliché dustbin and secretly wish I could somehow recapture the feelings from my halcyon days at secondary school.






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domingo, 10 de enero de 2021

El CUERNO DE LA BESTIA (A two-act play)

       


Música de apertura. Cortina baja o escenario totalmente oscuro:

                                                https://youtu.be/7HWI2KuaDOQ




Ciudad de Buenos Aires, en un futuro cercano...



ACTO I



Cuando se encienden las luces, se ve a Pedro en su local de peluquería. Está sentado con los brazos cruzados en uno de los dos  sillones donde les corta el pelo a sus clientes de frente a la audiencia. Está mirando hacia arriba, hacia un televisor instalado en la parte alta de la pared. Los del público que están ubicados enfrente del escenario están alineados con esta “pared” sobre las que están colgados los espejos que están delante de los dos sillones. Obviamente, así como la pared, los espejos no se ven, solo los ven los actores/personajes; de manera que público mira cómo los personajes/actores se ven reflejados en los espejos que se suponen que están ahí.  Por tanto, además, los espectadores  solo ven la parte trasera del televisor plano que, como dije, está instalado en una parte alta de la pared. Pedro está mirando un noticiero que  transmite en vivo el operativo de represión que están llevando a cabo las fuerzas del orden contra unos manifestantes que estuvieron marchando muy cerca del lugar. Se nota la ansiedad en la cara de Pedro porque tras la cortina cerrada de su local, en la calle, se escuchan el tumulto de gente que corre y grita enardecida, el sonido de carros de asalto en movimiento y las sirenas de otros vehículos de las fuerzas del orden. Se oyen además disparos y el estruendo de bombas de manifestaciones.

El ruido que proviene de la calle, por momentos, sube en intensidad, lo cual indica que la represión está arreciando. Notándolo, Pedro se dirige sigilosamente hacia la puerta pequeña de la cortina metálica para cerciorarse de que esté cerrada con llave, pero encuentra que no es así. Antes de cerrar la puerta interna de cristal, sabe que es mejor poner llave a la puertita metálica, así que mira alrededor tratando de ubicar el llavero mientras se queda sujetando la puerta de la cortina por miedo de que alguien quisiera entrar. Recorre con la vista el interior del local girando donde está parado. Como no encuentra el llavero, mira hacia el otro extremo del salón [izquierda del escenario] y llama a Daniel, un amigo que ha venido a cortarse el pelo y, de paso, a visitarlo. En la pared lateral de la izquierda hay dos puertas: una es del baño, la otra de la cocinita. El público no ve a Daniel porque está adentro de este último cuarto preparando café.

Nota para el director: Los parlamentos de los personajes insertados entre paréntesis dentro de los de otros personajes indican que están superpuestos, es decir que, virtualmente, unos hablan sobre otros. Donde no se encuentra dicha indicación especial, la continuidad y el ritmo de los intercambios quedan a criterio del director, como así también los detalles de la escenografía y la distribución de los elementos en el escenario, a menos que se indique.


PEDRO: (levantando un poco la voz como para que Daniel lo escuche:) ¡Daniel! ¿Viste el llavero del local?

DANIEL: (también levantado la voz). Estoy preparando café, ya lo llevo.

PEDRO: Acordate: usá el calentador eléctrico, no abras la llave de paso del gas. 

(Se escucha que Daniel dice en voz alta: “Sí, sí. A la cocina ni la toqué, quedate tranquilo”.)

¿No anda el llavero por ahí?

(En ese momento vuelven a escucharse los gritos y los ruidos de la calle. Se distinguen algunos insultos, cánticos y corridas: “¡Hijos de puta! ¡Abajo la dictadura!”. Se oyen sirenas y algunos disparos. Pedro se queda sujetando la puerta de la cortina de metal.)

DANIEL: (todavía desde la cocinita, responde alzando la voz:) No, debe estar por ahí. Fijate en las mesitas de los espejos. O en tus bolsillos. Ya voy.

PEDRO: Dale. 

(Se escucha que Daniel dice Voy, voy y sale de la cocinita con un termo y unos vasos descartables. Justo cuando ve a su amigo pegado a la persiana se intensifican un poco los ruidos de la calle. Daniel levanta la vista hacia el televisor y pone cara de preocupado.)

PEDRO: ¿Dónde estarán esas llaves?

DANIEL: (comenta lo que pasan en la pantalla) Están enfocando justo acá en la esquina de la avenida. Vienen los camiones por las cuatro calles, me parece. No. No. Porque veo que corren para allá (señala con la mano), para la plaza. ¡Che, ahora están pasando justo por acá!

PEDRO: ¡Ya sé, Daniel! ¿Dónde están las llaves? ¿Te fijás bien por ahí donde estás parado? Capaz cayeron al piso, cerca de los sillones (dice mientras apunta con el dedo).

DANIEL: (mira por el piso y su alrededor). Me fijo, a ver…  Pero, tranquilo, mientras la puertita esté cerrada no se mete nadie.

PEDRO: Vos decís, pero el otro día tenía la persiana baja y vi que de afuera la empujaron y quedó entreabierta.

DANIEL: Qué raro. Bueno, entonces… ¡Ah, ya sé! Debe estar en el bolsillo de tu campera. Cuando me abriste la puerta, la tenías puesta. Yo después colgué las camperas de los dos en aquel perchero. (señala)

(Camina hacia un perchero que tiene un solo gancho, donde la campera de Daniel quedó colgada sobre la de Pedro. Agarra el llavero y se la da a Pedro, quien pone llave y cierra además la puerta de cristal. Daniel sirve el café y le pasa un vaso a Pedro.)

PEDRO:  Gracias. (Toma un sorbo de café) Quedate hasta que pase el kilombo.

DANIEL: Bueno, te agradezco. Tengo que estar atento, ver lo que dice la tele. No sabía que iba a haber una manifestación. (Se sienta en una de las sillas del local, frente al televisor)

PEDRO: Por acá últimamente hay seguido. Viste, como la Plaza de Mayo está cerca. (Toma más café) No está para salir, no, no. (Entra a la cocinita y sale trayendo una escoba y se pone a barrer el pelo que le cortó a Daniel ). En casa me dicen que cierre y que me vuelva enseguida. Es más: me decían que hoy no abriera el local. Pero yo necesito laburar, y ellos lo saben bien. Espero que los disturbios ahí afuera terminen si no voy a cancelar los turnos de mis clientes.

DANIEL: (no contesta porque está concentrado en la pantalla del televisor). Shhh, ¿Dónde tenés el control? Quiero subir un poco el volumen. Escuchá: (Pedro levanta el control de un estante y sube el volumen. Se escuchan las voces de los presentadores del noticiero:)

“…de lo que no parecen darse cuenta estos rebeldes es que ahora no es tan fácil escapar y ocultarse. No, esto ya no es como antes. La policía puede identificarlos en el acto, saber dónde viven y dónde se encuentran en este momento. Ahí vemos imágenes de uno de nuestros móviles que muestran cómo la policía cerró el acceso a todas las calles que conducen al barrio de San Telmo”

(Le responde el otro periodista:)

“Sí, es cierto, los rebeldes van a encontrar que cerraron también las esquinas que dan con la avenida Belgrano. Y ahí tenemos imágenes que nos envía uno de nuestros drones: la policía está cargando a un grupo de aproximadamente diez rebeldes, algunos que escapaban hacia Paseo Colón. Como nos contaba uno de nuestros movileros, se ocultaban detrás de las chapas de una obra en construcción. Seguramente se procederá a llevarlos a un centro de detención. El procedimiento, como vemos, es totalmente exitoso. Una vez más vemos que el proyecto para aplicar la nueva nano tecnología no debe esperar más. Es imperativo para el control de este tipo de gente, gente que no puede o no quiere entender que estamos en una nueva realidad… (el otro periodista no lo deja terminar)”

“¡Pero son cada vez menos, por suerte! Creo que la mayoría de la sociedad ya tiene que haber comprendido el peligro que trae evadir el control. (cambia a voz de locutor) Y hablando de control: ‘Controlá tu ansiedad y tus problemas de insomnio con una sola toma al día de Dopapedol, de Laboratorios Líder SA, una empresa local para la gloria del nuevo mundo…’

PEDRO: ¡Uf, qué mierda todo esto! (Baja el volumen del televisor)

DANIEL: (señalando el celular de Pedro) ¿Escuchaste? Mensaje de Wasap.

(Pedro levanta su celular de uno de los muebles, se fija en el Wasap y contesta el mensaje mientras comenta como para sí mismo:)

PEDRO: Es un cliente que se atrasó por el quilombo. Dice que está llegando. No creo que vengan los otros. En total son tres. Bah, uno es un pelado que... no, vos no lo conocés. Pero este me dice que viene ahora. (Alza la vista hacia el televisor y mira a  Daniel). Ahí afuera se tranquilizaron las cosas, parece ¿no?

DANIEL: No sé, yo escucho tiros, explosiones. No parece que sea cerca pero tampoco creo que haya pasado todo todavía…

PEDRO: Dani, ¿Te asomás a la calle, por favor? Este cliente debe andar por ahí afuera. Que sepa que el local está abierto. No pará, mejor voy yo. Llevate esto a la cocina (señala los vasos y el termo)

(Se oye que golpean la cortina. Pedro se acerca para abrir. Entra Leo, un hombre de aproximadamente 30.  Está vestido a la moda. Viene con el pelo algo crecido, especialmente dos mechones adelante y atrás.  Saluda. Daniel se va a la cocinita)

LEO: Permiso. ¿Cómo estás? Justo cuando venía pora acá se armó todo esto. Estaba con mi novia en un Farmacity y nos quedamos esperando ahí.

PEDRO: (mientras cierra las puertas metálica de la entrada) Ah, ¿viste? Se escuchaban tiros. Pero parece que se fueron corriendo para allá. (Señala con la mano).

LEO: Sí. Parece. No quedé tranquilo porque mi novia se tomó un taxi. Antes de llegar acá vi que un par de carros de asalto también iban rápido para donde salió mi novia. La estoy llamando al celu pero no me contesta.

PEDRO: Lo tendrá apagado…

LEO: Justamente, le pedí que me avise si escapó de la zona.

PEDRO: ¿Esperamos un poco?

LEO: Me voy sentando así empezás. 

[Recordemos que cuando los personajes se miran en el espejo el público mira cómo los personajes se aprecian/miran a sí mismos.] 

(Leo se acomoda en el sillón y Pedro le pone la capa protectora alrededor del cuello. Vuelve Daniel. Saluda al cliente, que está concentrado en la pantalla de su celular).

PEDRO: Bueno, vos dirás. 

LEO: Me quiero hacer eso. Ya me lo hice anteriormente, en otro lugar.

(Señala con el dedo una de las fotos de los modelos que están en la pared opuesta y que ve por el reflejo del espejo. Hay más fotos para cada modelo, de frente y de perfil.  Daniel sigue hacia donde apunta el dedo de Leo. Mira la foto y revuelve los ojos: el modelo tiene toda la cabeza rapada en degradé excepto en dos partes. Una es atrás, entre la coronilla y la nuca, donde queda un mechón lacio y largo, como si fuera la cola de un equino. La otra parte que no está rapada es por encima de la línea del flequillo: ahí hay otro mechón pero que está modelado con la forma de un cuerno. [Esto se logra con algún tipo de fijador especial que mantiene la estructura rígida y erecta]) Precisamente, el corte se conoce como “Unicornio”. Se trata del corte de pelo de moda que empezó a mediados de 2021 en la cabeza de Robert Pattinson en UK (y pasó a Estados Unidos), y que, naturalmente se ha adoptado en todo el mundo.

DANIEL: (en voz baja, a Pedro) Mi hijo me está hinchando para que le deje hacerse ese corte. (Suena el celular de Leo). No lo voy a dejar, por su puesto. ¿Cuál es el límite? ¡La próxima va a ser un poco de caca seca modelada en la cabeza!

(Pedro reta a Daniel con la mirada. Leo finge no haber escuchado, sino estar concentrado en el mensaje de audio que le acaba de llegar al Wasap. Le dice a Pedro, que acaba de encender la máquina rasuradora:)

LEO: Maestro, ¿le pido un favor? Mi novia está por ahí afuera. Dio media vuelta con el taxi porque bloquearon todas las calles. Me está contando ella que empezaron los tiros porque hay rebeldes correteando por todas partes. ¿La dejaría entrar para que se quede por un momento conmigo acá?

PEDRO: ¡Claro, cómo no! No hay problema. Se quedan acá hasta que se tranquilice todo. Daniel ¿te asomás?

DANIEL: Dale. Que entre enseguida. Está todo mal, escuché que agarran a cualquiera y le pueden pegar aunque tenga bien el permiso. Como dicen algunos, esto ya es un toque de queda.

LEO: ¡La verdad que estos locos de mierda no quieren entender! Dicen que están provocando disturbios por todos lados.

DANIEL: ¿Locos? Locos estamos todos un poco… Voy. (Se asoma por la puerta y sale a la calle).

LEO: (frente al espejo, tiene una cara de ligero fastidio, y refiriéndose a Daniel dice:) ¿El señor es su ayudante?

PEDRO: ¿Dani? (se ríe por lo bajo) No. Es un viejo amigo. Justo que dijiste “señor” … (Mira sonriendo a la cara de Leo por el reflejo del espejo). No es un rebelde. Bah, no como esos que están corriendo ahí afuera (señala la calle con la cabeza). Es religioso, creyente, qué sé yo. No sé bien a qué religión pertenece. Es uno de esos…

(Leo no lo deja terminar:)

LEO: Estamos en la misma: no me extrañaría que fuera un rebelde, además de fanático religioso. ¡Por favor! Disculpemé, pero esta gente irracional me irrita un poco, especialmente los religiosos. Estamos en el siglo 21 y siguen con fábulas para gente ignorante.

PEDRO: (hace un gesto para que baje la voz). ¿Sabés qué pasa? Es un tema muy difícil todo esto de la pandemia. Yo me puse a investigar aunque veo que se va cortando el acceso a la información. Ahí vienen. Esa debe ser tu novia.

(Entran al local, primero Jimena y después Daniel).

LEO: ¿Todo bien, Jime? (A Pedro y a Jimena, alternadamente:) Ella es Jimena. Jime, el señor amablemente nos deja quedarnos hasta que pase el peligro. (A Pedro:) ¿Cómo es su nombre, maestro? (Pedro se lo dice. Jimena le dice mucho gusto).

JIMENA: Ay gracias. (Un poco agitadamente:) El taxista no pudo salir de la zona. Yo le decía, a nosotros no nos tienen que hacer nada, pero no. Me dejó a una cuadra el tipo. No sé qué hizo al final. Lamentablemente los disturbios están volviendo para este lado. Acaban de pasar por la puerta un par de carros hidrantes. 

(Daniel señala para ella una silla detrás del sillón del peluquero)

Gracias. (Se sienta)

LEO: ¿Y ahora por qué estarán protestando? Bueno, no. Hagan de cuenta que no pregunté nada, (mirando a la cara a Pedro por el espejo:)  si no, me pongo a discutir con mi novia. Jime, no dije nada, ¿dale?

JIMENA: Por el nuevo operativo de vacunación, ¿por qué va a ser?

LEO: (por lo bajo) ¿Quién me manda a abrir la boca?

(Mientras tanto, Pedro ha comenzado a pasarle la rasuradora a Leo por las partes bajas de la cabeza. Se escucha el zumbido del aparato y los cabellos caen y se deslizan sobre la capa blanca con la que Leo está cubierto).

(Daniel está sentado a la izquierda de Jimena, más cerca de la puerta de la cocinita y cerca del televisor. Está mirando las imágenes. Agarra el control remoto y  sube un poco el volumen. Se escucha al periodista que está cubriendo el operativo de represión de los rebeldes:

“El Presidente se manifestó con relación a los incidentes que están ocurriendo en las inmediaciones de la Plaza de Mayo. Calificó a los rebeldes como ‘el último bastión de estúpidos, enemigos de la nueva sociedad...’ Enseguida se superpone la propaganda de un producto farmacéutico).

LEO: (ligeramente exaltado) Es lo que yo digo. Déjenlos, que no se vacunen para que se caguen muriendo y no molestan más.

PEDRO: Sabés qué pasa, esas muertes después de la primera campaña de la vacuna Kai$er… Es mucha casualidad, demasiada diría yo. También se comenta que las de GuadagneZca...

LEO: (casi superponiéndose) Pueden haber muerto de otra cosa. ¿No eran gente muy grande alguno de ellos?

DANIEL: (cambia de canal con el control). ¿Muerto de otra cosa? Desde que empezó todo esto dicen que todas las muertes son por el bicho. La verdad que es raro. Una de las que se vacunó en Estados Unidos está desaparecida, una voluntaria para Tumbartis.  Hay muchos rumores de que murió. Era joven. No tenía ni 30. Lo raro es que ninguno de los medios se ocupó de desmentir. Algunos piden que muestren a esa chica al público. 

LEO: (un poco exaltado pero tratando de controlarse) ¡Rumores, rumores! ¿No saben que la chica esa pidió privacidad, que no la molesten los medios? A mí, en lo personal, no me gustaría que vinieran los periodistas a entrevistarme en cualquier momento. Hay gente a la que le encanta salir en los medios, pero no a todos.

JIMENA: ¿Y desde cuándo los periodistas respetan la privacidad de la gente? 

LEO: Es distinto, Jime: los periodistas persiguen a los famosos porque son famosos. Ellos están para eso.  (Se escucha que Daniel dice “quiénes”) A la gente común, no. No sé qué parte no se entiende.

DANIEL: (a Leo) Pero como decís vos, esto es distinto. El tema de las vacunas es el tema principal, lo que más le importa a mucha gente. (Leo se superpone diciendo irritado: A mucha gente le importa su salud, no quieren morir de esta enfermedad… Daniel continúa:) Cuando es un caso policial los medios buscan esclarecer. Pero en este caso dejan que los rumores corran. ¿Qué pasó con esa desaparecida? Que salga a hacer declaraciones. Tienen que llevar tranquilidad a la gente…

("A través del reflejo del espejo", Leo le clava una mirada de disgusto a Daniel)

PEDRO: (a Leo) ¿Así está bien el rebajado? 

LEO: (se mira en el espejo, girando un poco la cabeza hacia la derecha y a la izquierda  para apreciar cómo le van quedando los costados). Rapame un poco más las partes bajas, casi pelado, y arriba solo un poco más. Bah, se llama degradé, ¿no?

PEDRO: Decime qué tan largas te dejo las mechas... ó...

LEO: Sí, quiero que me quede como la foto. (Mirando hacia la calle:) No se escucha nada afuera ¿no? Se deben haber ido para otro lado.

JIMENA: (sonriendo, a Leo:) Ah, me ibas a sorprender si yo no venía acá. Los anti-vacuna te arruinaron la sorpresa.

LEO: Con tal de que no me arruinen la paciencia…

(Se escucha que golpean la cortina de la calle con insistencia)

DANIEL: Che, Pedro, me parece que llegaron tus otros clientes…

LEO: ¿Sí? Se ve que está asustado...

(Daniel se acerca a abrir. Entra Raúl con una valijita de herramientas. Mientras Pedro, que está pasando la rasuradora, al ver entrar a Raúl, se lleva  la mano a la frente:) 

PEDRO: ¡Pero, Raúl! ¡Cómo me olvidé de que venías! Con todo el disturbio y eso… 

RAÚL: (saluda a todos, los demás responden). No, en realidad venía mañana, el jueves, ¿te acordás? Estaba arreglándole el calefón a tu amiga, la vieja de acá enfrente (se da cuenta de que está Jimena mirándolo y tiene un fugaz gesto de que lamenta lo que dijo) y después dije ya que estoy me doy una 0vuelta. Pero empezó todo esto y la señora de ahí me dice que me quede, pero ¿viste? ¡no te para de hablar!} Así que huí.

(Mientras tanto, Pedro sigue trabajando en la cabeza de Leo) 

Y ya que vine por acá, (mirando a todos) aprovecho y veo lo de la cocina.

PEDRO: Buenísimo, che. Si no venías, todo bien, es mejor no arriesgarse, a lo mejor te bañan con los camiones hidrantes.

JIMENA: Sí, sí. A dos cuadras estaban persiguiendo a los manifestantes con agua.

LEO: Ojalá que los caguen a manguerazos.

PEDRO: Por eso te digo, Raúl, si no venías, todo bien, lo hacías otro día.

RAÚL: Bueno, empiezo ahora, así que, permiso. 

DANIEL: Te llevo…

PEDRO: Ta bien, Dani, él ya conoce.

JIMENA: (hace un gesto de shhh y abre bien los ojos) Me parece que empezó de vuelta. ¿Escuchan? 

DANIEL: Las sirenas… Pero no parece cerca… (todos se quedan callados, escuchando por unos segundos) Tiros... bombas…

PEDRO: Se armó otra vez, pero como decís, no parece que sea por acá, es más para el lado de Paseo Colón… (Deja por un instante, a Leo y, con la rasuradora en la mano, se acerca a la puerta de calle).

JIMENA: No se acerque, puede ser peligroso…

DANIEL: No salgas, Pedro. Seguí con el muchacho.

(Pedro vuelve a la cabeza de Leo)

LEO: Mire, si tarda mucho con la parte del peinado, lo dejamos para otro día. Nos conviene irnos antes de que vuelvan para acá.

PEDRO: Como quieras. Mirá que con un producto nuevo que tengo, el modelado lo hago enseguida.

DANIEL: (sonriendo)  Si no, le podés modelar las alas y el unicornio sale volando… 

JIMENA: (se ríe y corrige a Daniel): El Pegasus.

LEO: (no puede disimular su irritación) Estamos viviendo en medio de una situación seria y estamos con chistes p... (no termina de decir la palabra y la cambia diciéndola con énfasis) fantasiosos.

PEDRO: Dani, a lo mejor sí, podrías ayudar a Raúl...

DANIEL:  ¿Quién es Raúl? (De pronto alza la vista hacia el televisor:) ¡Está hablando el Presidente sobre el lío de afuera! (Sube el volumen)

“Son unos pocos, solo unas pocas personas los que van en contra de la corriente, en contra la voluntad y el deseo de la mayoría de los argentinos de seguir viviendo sin miedo a esta enfermedad que ha cambiado al mundo y a la realidad. Estamos luchando por nuestra salud, por la salud de nuestras familias y de nuestros seres queridos. Creo que hay que decir las cosas de forma directa, como lo exige la situación: estamos en una lucha contra la muerte. Por eso, no podemos, no debemos permitir que unos pocos desubicados, odiadores, “haters”, como se también se dice, atenten contra todos. contra la voluntad de todos… Por esto hago un llamado a los legisladores de la oposición…”

JIMENA: (se superpone con el audio del televisor:) La oposición entre comillas.  Desde hace meses que la grieta virtualmente no existe con este tema… (Leo le hace por el reflejo un gesto con la mando de que lo deje escuchar el televisor.)

 (Las declaraciones terminan. El presentador del noticiero cambia al segmento de fútbol luego de decir: “Bueno, estas fueron las declaraciones de Alfredo sobre los disturbios que están teniendo lugar en las inmediaciones de San Telmo. [Cambia  repentinamente a un tono casi de exaltación] Se viene el tercer superclásico en lo que va del año. ¡Sí, River y Boca se vuelven a enfrentar…! Daniel baja el volumen.)

LEO: Yo no voto a este partido, a este no lo voté, no quiero saber nada con ellos, pero esta situación va más allá de los partidismos, de la política. Espero que tome medidas drásticas contra los energúmenos.

PEDRO: Bueno, de hecho, desde el comienzo de 2021 yo no siento que los del Pro y los K estén muy enfrentados que digamos. Antes la oposición criticaba mucho las operatorias para la vacunación masiva, al menos algo decían sobre la inmunidad que piden los laboratorios para cubrirse en caso de efectos adversos y todo eso. Pero ahora todo está cambiando muy rápido, todos se están poniendo del mismo lado, no sé, no veo tanta...

DANIEL: ¿Viste? Yo decía que las cosas iban a ser así. (Mira a Jimena buscando que ella concuerde, ella lo ignora).  Algunos periodistas lo venían notando. No me digas cuáles, no conozco sus nombres, salvo a ese Castillo, el viejo de América TV ¿o es de la Nación? Y tal como lo pensé, lo echaron.

PEDRO: Va a pasar al canal oficial o a C5N, acordate.

(Pedro termina las últimas pasadas de rasuradora y ahora se dispone a modelar el “cuerno de Unicornio”. Toma un frasco de gel de un mueble que está en un estante al lado del espejo, saca con los dedos un poco de gel y lo prepara entre los dedos. Empieza a aplicarlo en la mecha crecida de la cabeza de Leo)

LEO: Sí, yo sé que este gobierno corrupto no es de confiar del todo. De todas maneras, el hecho de que prácticamente no haya oposición se debe al estado de emergencia sanitaria. Es como un estado de conmoción interna. ¿No está acaso en la Constitución?

PEDRO: Sí, la verdad es que ya van varios meses de un virtual toque de queda…

LEO: Si esa gente de mierda (Jimena se superpone diciendo “Ay, Leo”) no estuviera jodiendo con marchas, manifestaciones, no sé qué carajo, ¡no se tomarían estas medidas…!

DANIEL: Lo que pasa es que durante los confinamientos obligatorios que empezaron en 2020 no se podía hacer nada, las empresas chicas cerraban. La gente no quiere eso otra vez.

LEO: ¡No! ¡Algunos ya se empezaban a juntar en el Obelisco! No respetaban la distancia social ni nada.

JIMENA: (imitando una forma de hablar popular) Con el sepelio del Diego, (normal) al gobierno no le importó la distancia social ni los cuidados.

LEO: Sí, eso es lo que hicieron mal. Siempre con la demagogia peronista. Y ahora, ¡a corregir la cagada que se mandaron!

PEDRO: Tenés la opción del cuerno recto, o también del otro, el ondeado…

(Jimena no puede evitar la cara divertida)

LEO: (la mira significativamente a través del espejo) ¿Qué pasa, amor?

JIMENA: Iba a hacer un chiste pero veo que estás medio… 

LEO: No, decilo, decilo.

JIMENA: (tentada) Que ahora los cuernos se los ponen ustedes mismos.

(Leo finge una risa, Daniel se ríe de verdad pero al mirar la cara de Leo se calla y dice “Voy a ver si el gasista necesita algo”.  Pedro, le dice “Dale”. Daniel se va hacia la cocina; lo sigue la mirada fija de Leo a través del espejo.)

JIMENA: (mirando a Daniel que se va:) Me hace acordar esas series que veía con mi papá.

PEDRO: Es un buen tipo, lo que pasa es que… 

(Los interrumpe más golpes en la puerta de la cortina de metal, que se encuentra cerrada. Pedro dice “Evidentemente, no hay nada que detenga a los clientes”.)

JIMENA: Abro yo así usted termina tranquilo.

PEDRO: Pasa que la manija esa tiene una maña. La tengo que arreglar. (Mira fugazmente hacia la puerta de la cocina, le dice un segundo a Leo y se acerca a la puerta de calle para abrir él mismo. Levanta un poco la voz para preguntar:)

¿Quién es?

(Se escuchan dos o tres golpes contra la cortina de metal un tanto violentos. Adentro todos quedan paralizados, miran hacia la puerta. Se escucha que alguien dice casi gritando: ¡FUERZAS DE SEGURIDAD! ABRAN YA. SABEMOS QUE HAY REBELDES ACÁ. ¡SALGAN CARAJO!)

(Leo se pone de pie con la capa puesta y al instante esta se le cae.  Ahora que está de perfil se nota mejor el cuerno de unicornio que le acaban de modelar y la “cola” que le queda formada con las mechas lacias de la parte de atrás en la cabeza. Jimena se acerca a Leo y lo toma del brazo. Las cabezas de Daniel y de Raúl se asoman por la puerta de la cocina, una arriba de la otra.

Pedro relaja la expresión tensa que tenía y dice muy por lo bajo “Ah, ya sé” [no es necesario que el público distinga las palabras]. Abre un poco la puertita de la cortina de metal, mira al que está afuera, cierra la puertita y empieza a reírse. Se lo oye decir algo [no es necesario que el público distinga las palabras] y se sigue riendo cada vez más. La risa de Pedro es un tipo de risa sorda, bastante contagiosa. Trata de contenerse. Mira atrás, hacia los que están parados mirándolo y se dispone a abrir nuevamente la puertita de la cortina. En ese momento, empiezan nuevamente y con fuerza los sonidos de tiros, sirenas, detonaciones de afuera. Leo y Jimena están tensos. Ella se aferra a él. Las luces del escenario se van oscureciendo de a poco mientras se ve a Pedro que estira de la mano al que está afuera para que entre al local. Pero antes de que se vea quién es la oscuridad es total)


Fin del Acto 1

Música :




https://youtu.be/7HWI2KuaDOQ

                                                       







ACTO 2


Cuando se encienden las luces se ve a Daniel entrando por la puerta de la cocinita trayendo una silla. Leo y Jimena están hablando entre ellos sentados en los asientos de espera. El último que entró al local, Guido, se sentó en uno de los sillones de peluquero, al cual hizo girar para estar de frente a Pedro que, con brazos cruzados, escucha divertido lo que le cuenta aquél, gesticulando bastante con las manos como recreando algún incidente. Daniel se sienta y se pone a ver la televisión, tiene cara de que no puede escuchar bien lo que están diciendo en el noticiero debido a las conversaciones de los otros. Raúl no está a la vista, está en el baño.

GUIDO: (mira fugazmente hacia la calle debido a un ruido repentino que provino de allí y le dice riéndose a Pedro) ¡Cómo te cagaste!  Pensabas que te venía a llevar la cana, ¿no? (superponiéndose, Pedro le dice ¡Qué guacho que sos! Guido se mira al espejo y se toca el pelo) Che, ya que vamos a tener que estar acá al pedo por un rato, la verdad que me vendría bien un retoquecito, ¿eh? (presta atención a su reflejo).

PEDRO: No lo tenés tan largo, como quieras. Lo hacemos a cuenta. (sonríe con picardía)

GUIDO: ¿A cuenta de qué, la concha de tu hermana?

PEDRO: Qué boquita che, hay una dama presente. 

(Guido se tapa la boca)

¡Justo al lobo de Uol Estrit se me ocurre pedirle una simple quita!

GUIDO: Quita no me pidas pero suficiente tiempo de mora ya tenés…(gesticula)

PEDRO: Todo un financista. 

DANIEL: (mientra mira atento la televisión) Hay un móvil de Crónica TV acá a media cuadra. Che, parece que no era solo un grupito de rebeldes. Eran varios. Porque muestran que los de las fuerzas están por varios lugares. Hay lío cerca del Obelisco y también por...

GUIDO: (levanta la vista hacia el televisor pero desde el sillón donde está sentado) ¡Más vale que no es solo un grupito! Estos ya se vienen organizando hace rato, y no son pocos. A algunos les dicen Masa Crítica, o no sé qué boludez. (Mira a Pedro por el reflejo) Dale, Pedrito, una emprolijada.

PEDRO: Dale. Che, ¿querés que te haga el Unicornio?

(Leo y Jimena dejan de charlar y miran a Guido; Daniel también mira, todos quedan reprimiendo sus sonrisas porque Guido es prácticamente calvo.)

GUIDO: (indiferente) Podría ser, todo podría ser.

DANIEL: (mientras Guido se toca la cabeza) Sé que algunas personas se hacen un cultivo de pelos. En la cabeza. 

PEDRO: ¿Qué decís, Dani? Ah, sí. Es una técnica de transplante capilar. Me dijeron que da resultado. Debe ser cara, eso sí.

GUIDO: Estaremos en la nueva normalidad, la nueva sociedad, todo lo que quieran, pero el dicho siempre fue y será verdad: El que tiene plata hace lo que quiere.  (Mira a Leo) A él le queda bien el corte ese. Y la verdad, no es para todos. ¿Cuánto cotiza?

PEDRO: ¿Qué hacemos, te corto un poco?

GUIDO: Dale. (Refiriéndose a Jimena) No sé si le tocaba antes a ella.

(Jimena dice no con la cabeza sonriendo)

(Raúl sale de la puerta del baño. Se acerca y le dice algo en voz queda a Daniel, y este le responde, No, no fumo, disculpá.)

GUIDO: (señalando con la cabeza un paquete de cigarrillos y una cajita de fósforos que dejó sobre el mueble que está al pie de los espejos, le dice a Raúl a través del reflejo:) 

Ahí tenés.

PEDRO: Clásico el hombre, eh. Cajita de Fragata...

 (Raúl agarra los fósforos y vuelve al baño) 

GUIDO: Uso fósforos porque los encendedores no me duran ni un atado. (A Daniel:)  Hacés bien en no fumar, tener fuerza de voluntad no es fácil.

DANIEL: Es cierto. Antes fumaba y no paraba, pero un día me propuse dejar. Y dejé.

GUIDO: Admirable. No, yo no puedo, y no creo que nunca pueda. Lo intenté varias veces. 

PEDRO: (mientras le va cortando con tijera) ¿Está bien ahí? (Guido asiente)

(Raúl vuelve del baño y se sienta al lado de Daniel. Guido le dice Por las dudas, cerrá la puerta.)

DANIEL: Es difícil pero yo le pedí a Dios que me ayude. Si le pedís algo así, Él te ayuda. No le pidas riquezas ni éxito en el mundo. Pedile algo para que te ayude a mejorar y te lo concede.

PEDRO: Hmm… (sin malicia, sobre lo que dijo Daniel)  Guido jamás le pediría algo que no tenga que ver con plata.

GUIDO: (levantado un poco la voz para sonar sarcástico) Me hago pastor de una religión y empiezo a recaudar las ofrendas de los fieles. Como ese pastor, ¿cómo se llama…? El pastor Gutierrez, o no sé, pero es uno al que le gusta la plata más que a mí.

LEO: Totalmente. Los pastores, los curas, todos esos cobran plata. Ellos son los intermediarios. (dice “intermediarios” con sarcasmo)

GUIDO: (replicando a Leo) Claro, cobran la comisión.

DANIEL: ¿Comisión? ¿Comisión de qué? Lo que quiero decir es que a Dios se le pide cosas espirituales, salud, paz. Esas cosas. No le pidas, no sé, sacarte la lotería.

GUIDO: Yo respeto lo que creés, pero si no tenés plata es muy poco lo que podés hacer en esta vida. No hay que ser filósofo para entender eso. A ver, por ejemplo, si no querés que te agarren las nuevas cepas y te enfermes y demás, tenés que comprar las nuevas dosis. Que yo sepa, la vacuna no te la regalan por más que venga por un programa social. Todo cuesta plata. Si las cosas empiezan a empeorar otra vez con la pandemia, tenés que comprar otra vez los barbijos… Y a los barbijos tampoco te los regalan...

JIMENA: No, por favor, los barbijos de nuevo, no.

PEDRO: Listo, Guido. ¿Ta bien? (Guido se mira al espejo).

GUIDO: ¿Me cortaste algo? (riendo)  Ni se nota. 

PEDRO: Sí, che, te corté. ¿Querés más? 

GUIDO: Ta bien, ahí. Dije un retoquecito nomás.

PEDRO:  (mientras le retira la capa protectora a Guido. Respondiendo a Jimena:) Pero ahora las cosas son así, es la nueva normalidad. Ya sabés, tenemos que acostumbrarnos.

GUIDO: Ustedes se rien, pero en la nueva normalidad, puedo ponerme una peluca multicolor y me hago el Unicornio, el Rinoceronte ¡y todos los cornudos, qué carajo! (Se ríe)

LEO:  Perdóneme que les diga, pero eso de que si le pedís salud te la concede…  Se mueren y se enferman todos, creyentes y no creyentes. ¿Y dónde está Dios, que permite esta enfermedad que empezó y se pone cada vez peor? Hay países en los que se están muriendo por miles cada día. Bah, Dios se ha borrado siempre en la historia, ¿0 no?

GUIDO: Pregúntenle a los pastores, ellos tienen la línea directa con el cielo. No sé, deben tener subsidiada la tarifa de larga distancia.

RAÚL: (divertido)  ¡No! Tienen el Wasap de Dios. (gesticulando:) Estado: En conferencia con los financistas del mundo. ¡En reunión con Francisco! 

JIMENA: Che, no sean malos. Déjenlo que él crea.

PEDRO: No lo busquen a Danielito que yo sé lo que les espera si no.

(Daniel se ve algo abochornado)

LEO: El tema es que, como siempre, ante las calamidades de la humanidad, la Ciencia es la única que da respuesta. Siempre fue así y siempre va a ser así, porque, ¿Dios? No sé, todo ese cuentito de la salvación, la otra vida... En fin, algunas personas necesitan eso.

JIMENA: Pasa que la Ciencia no es una entidad autónoma o una persona. Es un cuerpo de diferentes disciplinas:  la Ciencia son investigadores, médicos infectólogos, ciber programadores...

LEO: Obvio, Jime. 

JIMENA: No creo que sean benefactores desinteresados. Para desarrollar su trabajo necesitan fondos y cobrar por lo que hacen.

LEO: Mi amor, estás un poquito en obvia...

JIMENA: Estos científicos, del tipo que sea, trabajan para una finalidad. Necesitan financiación. Y no debería sorprender que esa finalidad tiene que ver con la rentabilidad que procuran estos financistas, los inversores que ponen la plata.

LEO: Ay Ay, no, no otra vez  no, por favor. (A los demás, en broma:) Así de linda como la ven, ella es terrible, es la Lisa Simpson de la vida. Cuando se pone hablar así con palabras serias está amenazando con cambiar el mundo. (Se acerca a Jimena y la besa en la mejilla).

RAÚL:  (Rául fija los ojos en Jimena intensamente, tanto así, que ella baja la mirada) No estás tan equivocada.   Los científicos que pusieron para solucionar la pandemia trabajan para el modelo capitalista neoliberal. Esa es la intencionalidad que ella dice, la de los capitalistas.

LEO: (a Rául) ¿O no será simplemente que todo tiene un costo? ¿No sabés que la medicina, las investigaciones que hacen los infectólogos, todo tiene gastos, de todo tipo, de salarios, infraestructura, insumos? Ya vimos que el Dios de Daniel no aporta. Los recursos no van caer del cielo (Pedro dice Como el maná. Y en tono ligeramente hostil, Leo le dice a Raúl:)  Por lo que escucho, sos un zurdo un poco rezagado. Esas consignas: neoliberales, capitalistas...  ya casi no se escuchan. Se están perdiendo como el Dios de él. (señala a Daniel con la cabeza)

RAÚL: Aunque se dejen de escuchar, la explotación del laburante y la lucha de clases son realidades que siguen, no terminaron nunca. 

PEDRO: (en tono de chiste) ¡Uh! Esto está pasando de ser “La Peluquería de don Pedro” a “Polémica en la peluquería”. 

(Jimena pone cara de perpleja)

Pasa que vos soy muy chica. Eran programas de televisión viejos.

GUIDO: Para los pobres, el Gobierno tiene planes con los impuestos que nos sacan cada vez más y más a nosotros. Esa es parte de la nueva normalidad. Los negros ya no deberían protestar ni hacer marchas desde hace unos años. Los partidos políticos rebeldes ya no van más con esto de los protocolos, el riesgo de que vengan olas nuevas de contagio.

PEDRO: Sí, es cierto. Y perdoname que te diga, Raúl: los ideales de la izquierda pasaron a ser solo eso, ideales. ¿Sabés por qué lo digo? (Raúl se superpone, trata de hablar: No, disculpame, disculpame; pero Pedro se impone:) ¿Sabés por qué lo digo?  El otro día Altamira, el de tu partido, decía en un programa que las asignaciones universales por hijo y ese tipo de guita para planes sociales son iniciativas del Banco Mundial. Estamos hablando de millones de dólares, ¿no?

RAÚL: ¡Más vale! ¿No te das cuenta? Si el capitalismo desembolsa esas partidas ¡quiere decir que los bancos y los monstruos financieros del mundo reconocen que no se puede resolver el problema de la pobreza! 

GUIDO: La verdad, no sé si eso será cierto. Lo dice un comunista, es su versión. Lo que pienso es que con esos planes y esos fondos los negros se quedan contentos viviendo de arriba. ¡Qué te van a ir a cortar una calle o…! Van a ir a comprarse el celular más caro, las zapatillas más caras...

PEDRO: Bueno, a eso iba pero no con esas palabras. Lo que quiero decir es, ¿y lo de la lucha de clases? Todos, todos, aunque sean pobres, se consideran de clase media.  Aunque un empleado gane dos mangos y apenas le alcance para mantener a su familia, se identifica con el patrón o el empresario. (Raúl se superpone: ¡Por miedo a perder el laburo, mirá el desempleo que hay!) Todos quieren ascender, no creo que tengan ganas de luchar junto con otros. 

RAÚL: Yo estoy convencido de que el laburante quiere vivir de su trabajo, de su salario, ¡no de un plan!

GUIDO: Las cosas son  ‘o me salvo yo o se salva el otro’, no lo voy a negar. Y todos quieren vivir bien y no ser de lo que ustedes llaman la clase obrera. Es así la cosa. Por eso acá el maestro te dice eso. Por eso, hoy en día creo que las diferencias entre los zurdos y los de derecha van desapareciendo.

RAÚL: No como yo lo veo. Pero ¡que el sistema capitalista está buscando empobrecer a una gran cantidad de personas y mantenerlas con guita de arriba no se puede negar! ¡Esto es lo que buscan para que los capitalistas, inversionistas se enriquezcan más! Este es el plan que ya entró de lleno en marcha y comenzó con esto de la pandemia. ¡La plandemia!

LEO: No, no, no puedo creer lo que escucho...

DANIEL: Tiene razón él (por Raúl). Por eso el Señor una vez dijo “A los pobres siempre los van a tener con ustedes”. 

GUIDO: ¿Qué señor?

PEDRO: El Señor.  (Apunta para arriba con el dedo. Guido hace un gesto de desdén con la mano).

DANIEL: Si los pobres siempre van a estar quiere decir que el ser humano no puede, nunca ha podido, resolver la pobreza y el sufrimiento. Por eso, todo lo que está pasando con esta calamidad mundial está entre las últimas cosas que Dios está permitiendo al ser humano. La gente llegó a un punto en que no soporta que se hable de Dios. Y el mundo está extraviado, la maldad ya llegó al límite. Pero el Juez ya viene, como lo prometió.

LEO: (agarrándose la cabeza) No, no, no, ¡¡¿por queeeé?!!

GUIDO: Hablando del juez. Tengo que hablar con mi abogado.

JIMENA: Ay, Leo, no seas así. Es cierto, los problemas de la humanidad no se arreglan. Al contrario, se ponen cada vez peor. Está bien, hay épocas de crecimiento y de estabilidad, pero nunca son permanentes. 

(Leo está concentrado en su celular)

DANIEL: (a Jimena) Por eso esa parte de la oración que conocemos todos dice: Venga a nosotros tu Reino. En esa parte se pide que Dios diga basta, y que renueve al mundo, para que sea como lo quiso en el principio, que es en definitiva para lo que estamos en esta vida, para ser felices. Para eso fuimos creados. 

(Guido observa azorado a Daniel y dice seriamente:)

GUIDO: Lo único es que nadie quiere comprar las acciones del Cielo. Debe ser una empresa en la que nadie confía.

RAÚL: No, no. Estas cosas son de verdad. Quiero decir, el sistema capitalista ya no puede mantener a la inmensa cantidad de pobres que produjo—sobre todo en los países pobres— y ahora es tiempo de hacer la purga. Como lo anunció el promotor más célebre de toda esta cuestión de las políticas sanitarias.  

LEO y GUIDO: ¿Quién?

RAÚL: Claro, no me extraña que no lo sepan, si ningún medio de comunicación habla de eso: ¡ el empresario Guillermito Nerd Puertas! 

DANIEL:  Yo sé lo que querés decir. 

(Guido y Leo ponen caras de perplejidad)

RAÚL: (ignorando a Daniel) Pero quiero que sepan que todavía se puede luchar, que hay que hacer que la gente se dé cuenta de que todavía podemos hacer algo por nosotros, desde nosotros. La lucha real está en marcha, créanme. No les puedo decir mucho por esto. (Levanta su celular y lo muestra a todos).

LEO: (pone cara de perplejo pero inmediatamente da a entender que se da cuenta) La situación de peligro en la sociedad es más seria que lo que creí. (A Raúl:) Apagalo. Si es cierto lo que algunos creen, apagalo.

RAÚL: No hace falta que me lo digas.

LEO: ¿Hmm?  (expresión suspicaz)

PEDRO: Sí, es cierto.

GUIDO: ¿Qué cosa?

PEDRO: El ciberespía que todos llevamos con nosotros a todas partes.

GUIDO: Pedro, no te tenía por un paranoico. ¿Qué pasó?

PEDRO: (Mira a Guido a la cara por un par de segundos y dice a los demás:) ¿Avisaron a sus casas que se van a quedar un rato por acá? Digo, para que no se preocupen.

(Todos asienten menos Raúl)

JIMENA: (a Raúl) ¿Avisaste a tu casa?

RAÚL: No hace falta. Además se me está por acabar totalmente la batería, así que lo apagué. (Trata de cambiar de tema) ¿Y si aprovecho, Pedro? (se agarra el pelo)

LEO: (mirando a Raúl) Y si quieren controlar tu pase, ¿qué vas a decir?

RAÚL: No creo que nadie venga a controlar.

GUIDO: Sí, ¿por qué no? ¿No ves que están queriendo atrapar a esos rebeldes anti vacuna, anti sociedad? Saben que andan por esta zona. Capaz que tocan la puerta  en cualquier momento.

LEO: No estás metido con esos, no tenés por qué preocuparte.

JIMENA: Es como en la época de la última dictadura. Yo no había nacido pero lo sé. La diferencia es que ahora uno mismo lleva al guardián. Hoy en día necesitás estar conectado todo el tiempo, los pases y documentos están en la nube del gobierno.

PEDRO: Las tantas aplicaciones que usamos registran todas las cosas que hacés, los lugares adonde vas.

JIMENA: Algunos de los pocos comentaristas disidentes que aparecen en la web dicen que empezamos el siglo 21 pero volvimos a “1984”. ¿Saben por qué, no? Antes lo daban para leer en el secundario. Yo lo leí.

RAÚL: (mirando de nuevo a Jimena de manera especial, sonriendo:) Yo tampoco existía como vos en la época de la dictadura. Pero sé muy bien sobre esa época, a un pariente mío lo secuestraron, le entraron a la casa y le dieron vuelta todo. Además...  (queda suspendido)

LEO: (mirando atento a Raúl) ¿Además qué?

RAÚL: En realidad, la última dictadura es esta, esta de ahora. (señala hacia la calle, se escuchan sirenas y estampidos lejanos). Sé que antes te seguían y controlaban los parapoliciales. Hoy eso lo hacen nuestros propios imprescindibles celulares.

DANIEL: (vacilante) Dentro de poco, ya no nos van a controlar con los celulares...

LEO: La tecnología y el estar conectados nos facilita tanto la vida, la Ciencia es la única que nos va a salvar, y solo piensan... en fin. ¡Ay Dios!

PEDRO: (divertido) ¿Viste, Dani? Menos mal que él no cree en nada, solo en la Ciencia.

GUIDO: (levantado la voz, divertido)  Pasa que es como el dicho: “yo no creo en las brujas pero que las hay las hay”. (Mirando a todos:) Solo Pedro debe conocer el dicho, porque me miran con una cara...

(Leo se queda con la cabeza agachada mirando el piso y así sacude la cabeza con incredulidad. En esa postura corporal, su cuerno modelado resalta. Se diría que parece un animal)

DANIEL: (a Leo:)  Ahora perdoná que te diga yo, pero es mejor creer en Dios, que Él es verdadero y su Palabra es la Verdad. La Ciencia no es más que engaño tras engaño.

(Leo levanta la cabeza lentamente para mirar a Daniel poniendo cara de resignación)

LEO: (irónico) Supongo que en democracia todos podemos expresar lo que creemos. 

JIMENA: ¿Qué democracia, Leo? Si hubiera realmente democracia, no estarían persiguiendo a esa gente. ¿Por qué no los dejan expresar su postura en contra de la política sanitaria?

RAÚL: (ligeramente exaltado) ¡Totalmente!… ¿Cómo es tu nombre? 

(Ella estaba por responderle pero Leo le gana de mano y dice secamente: Jimena)  

Jimena, es como decís vos. Acá no hay democracia, hay un régimen prácticamente dictatorial. Me dicen zurdo pero no hay casi diferencia con China o Cuba.

GUIDO: Esto... no... no, nada que ver... ¿China,  Cuba? Estamos en el marco de la nueva nor-ma-li-dad.  (dice normalidad marcando las sílabas de la palabra).

RAÚL:  En la nueva normalidad se suprimen los derechos. Los derechos de manifestar posturas, opiniones distintas, ¿o no? No sé por qué pregunto si es así.

LEO: (luchando por estar contenido, gesticulando con manos tensas: ) Esos rebeldes de ahí afuera perturban el orden necesario que impone la situación. No se puede permitir movimientos en contra de las vacunas, de las restricciones, del funcionamiento racional de la sociedad. Eso es lo que pasa. Los medios informan nuevas olas de contagio, y hay muchos en la población que no quieren darse la  nueva dosis de  la vacuna o que simplemente no quieren cumplir con la orden de circulación permitida . ¡Hay que manejar ese caos! (Mirando brevemente de soslayo a Daniel:) Ya sabemos que Dios se borró y por tanto no queda otra que tratar el problema con racionalidad. De manera científica.

GUIDO: Claro, de manera científica. Y a los quilomberos estos, hay que hacerlos cagar.

PEDRO: Pero, che...

RAÚL: (tratando de sonar tan irónico como las últimas palabras de Leo:) Claro, estamos totalmente de acuerdo, lo único es que la Ciencia que se está haciendo cargo de todo está monopolizada por grandes corporaciones, los monstruos de la tecnología. En fin, por el capitalismo. La única medicina que se escucha es la  oficial, solamente se les permite hablar a los médicos oficiales, los que avalan todo este cuentito del surgimiento de la pandemia. (Mira fugazmente a Jimena para obtener su apoyo; ella trata de no hacer contacto visual)

LEO: No, no, perdoname. A mí, con teorías conspirativas no me vengan. Teorías conspirativas nunca han faltado. Y nunca se ven las pruebas. (Raúl se superpone repitiendo: ¡Sí que hay pruebas! y trata de agregar a cuáles se refiere pero Leo se impone no parando de hablar, elevando un poco la voz y gesticulando con las manos:) No es que haya médicos oficiales y no oficiales. ¡Hay médicos! Y lo que hacen es tratar la crisis sanitaria como corresponde. Por algo son médicos. Los protocolos, el aislamiento, las vacunas, todos son criterios científicos. Ciencia, no creencias ni rumores ni conspiraciones.

RAÚL: Claro, pero como dijo Jime antes (Leo dice: Jimena): la Ciencia no es un ser autónomo, son personas.

JIMENA: Leo, lo que él quiere decir (Rául le dice su nombre) es que  los científicos, los médicos, lo que sea, ellos deben tener ética en su trabajo. (Leo se superpone: Sí, sí, ya sé lo quiere decir). Como todos, todos debemos tener ética en nuestros trabajos.

GUIDO: Bueno, ¿todos, todos? No. (Riendo) Están los abogados, el mío, por ejemplo.

DANIEL: ...los jueces (Raúl agrega los políticos; Jimena agrega los investigadores, los médicos...)

(Raúl se superpone, diciendo Claro, claro)

JIMENA: (insiste) La Ciencia no es un ser, un todo unificado y sus actividades deben ser necesariamente éticas. 

GUIDO: La última vez que escuché de estas cosas fue con una novia que tuve. No duramos mucho tiempo (riendo) porque me analizaba demasiado. Che Pedro, ¿me das la contraseña de tu wifi? Quiero aprovechar para ver unas cosas. (Pedro se la da y Guido se retira hacia la izquierda del escenario)

LEO (algo irritado) Mi amor, él (por Raúl) no dijo eso ni pensaba decirlo. Él me habla de conspiraciones, de las que abundan por todos lados, y yo hablo de que las políticas sanitarias no son improvisadas ni inventadas por cualquiera. Ni vos ni yo ni él podemos dar más que opiniones. Nosotros no tenemos el conocimiento. Por eso digo, tenemos que confiar en la gente que sabe lo que hace y por qué lo hace. ¿Hace falta que lo diga? Ante semejante crisis como la que tenemos, los gobiernos no van a encomendar (gesto abarcativo de su mano) a cualquiera de nosotros para abordar a la solución. ¿Tengo que repetir que las cosas tienen que estar en manos de la Ciencia? No en una versión de la Ciencia de minorías políticas impracticables. La Ciencia está por sobre la política.

PEDRO: Hmm no sé, eh. 

DANIEL: Escuchen algo… (Jimena hace un gesto con la mano como para que Leo y Raúl lo dejen hablar; Leo hace un gesto de resignación; todos miran a Daniel). La Ciencia es un engaño. (Leo y Raúl reaccionan con caras de desconcierto). Miren, lo tengo que decir. La Ciencia es un engaño. Enseña cosas que no son verdad.  Por ejemplo, ¿qué dice sobre el hombre? Dice que no lo creo Dios, dice que el hombre se formó hace milloooones de años de algo, una bacteria, no sé, que surgió de la nada y se fue transformando a través de millones de millones de años en diferentes bichos: una larva, gusano, un renacuajo, una iguana, un mono y así. Eso es una gran mentira. Al hombre lo formó Dios, a su imagen y semejanza, porque Dios no es ningún bicho ni animal. Formó al humano de la tierra del suelo, como alguien que modela algo, un vaso, una jarra.

LEO: (fingiendo seriedad) Mi amor, vos que no tenés Netflix acá tenés al Disney Channel gratis. (Jimena le dice, Pará Leo no seas así, dejalo hablar. Raúl observa a Jimena,  La expresión de Raúl es la de alguien que se está enamorando).

DANIEL: El hombre es una obra de las manos de Dios, lo hizo a  su imagen y semejanza. Y así como hizo al hombre Dios también hizo antes la Tierra. Hizo a la Tierra para el hombre, para que vivan él y su descendencia. 

PEDRO:  Y a la mujer de una costilla del hombre, ¿no?

DANIEL: Claro, es así. 

LEO: Muy lindo todo. Pero acá estamos en una realidad en la que la Ciencia debe salvarnos de que muramos de esta enfermedad.

DANIEL: Bueno, la Ciencia es algo que hizo el hombre, y al hombre lo hizo Dios. Y si la Ciencia niega a Dios, al que lo hizo todo, entonces la ciencia es una mentira.

LEO: Pará, pará, esto ya me está superando. (Raúl dice A mí también). Que las cosas se tranquilicen de una vez ahí afuera, así nos vamos.

PEDRO: Todavía se escuchan las sirenas, algunas explosiones. Por mí no se preocupen, quédense hasta que me avisen. Mi familia me dice que dieron la orden que los de la zona no salgan a la calle hasta que den el aviso por los medios, los celulares.

GUIDO: Che, Pedro, hagamos café, ¿qué te parece?  

(Pedro le dice, Dale andá a prepararlo vos y también pagate un delivery)

RAÚL: Mirá, todavía no pude terminar con la cocina. Mejor que use la pava eléctrica.

JIMENA: Seguí, ¿cómo te llamás? (Daniel le dice su nombre; Leo le dice a Pedro por lo bajo: La verdad que sí, me hubieras hecho las alas del Pegasus)

DANIEL: La Ciencia es un engaño, primero, porque dice que Dios no existe, que todo empezó, se formó de la nada, por casualidad. Yo les pregunto, cuando ustedes miran las cosas que hay en el mundo, la belleza de los paisajes, los tantos tipos de paisajes que hay, los mares, las plantas, las flores, los animales, ¿ustedes creen que todo eso se formó solo, ciegamente, por casualidad? No, no. Todo lo hizo alguien, todo lo creó un ser superior, enormemente sabio, y con un propósito: dárselo a las personas que creó. Y está claro que esa persona es Dios, alguien que es muy superior a cualquier ser humano, artesano, científico de cualquier lugar y tiempo. 

RAÚL: Daniel, todo lo que decís es muy lindo pero es una historia que está en la biblia. No hay prueba de que esa historia y las otras que hay ahí  sean reales. Así como está en la biblia de tu religión, de un pueblo, también existen otras historias de la creación en otros pueblos.  La científicos en cambio estudian todo, analizan todas las cosas que hay en la naturaleza, saben cómo se formaron, saben las causas. Es la evolución de millones de años la que se convirtió en la naturaleza de la que hablás. Pero no hablo de los científicos que están detrás de este desastre mundial.

DANIEL: Claro. Y hay muchos pueblos y costumbres, también hay muchos dioses. Pero uno solo es el verdadero. Y todos al final lo van a conocer.

RAÚL: Claro, pero eso me suena a un Dios supremacista.

LEO: ¡Además!  (A Daniel:) Se ve que en la escuela no te gustaba estudiar o no sé, pero…de cierta teoría que explica cómo surgió la vida y se fue transformando a través del tiempo, ¿nada, no?  La Ciencia nos dice todo eso, no creemos en fábulas, cuentos de hada,  sino en teorías y sus comprobaciones. (al decir esto último Leo casi ni mira a Daniel, como sobrándolo)

DANIEL: Dios creó todo, Él es el que diseñó todo porque Él lo quiso por su voluntad, y esa voluntad no es la misma del ser humano. Lo demás son cuentos de la Ciencia. ¿Así que sobrevive el más apto, el más fuerte y astuto, y al que no es así hay que reventarlo? Recuerdo que una vez tuve que leer sobre la evolución, eso que decís. Si lo dijeron los científicos, entonces para los ricos —que son minoría— no está mal que ellos exploten y sometan a los pobres. Y eso de la evolución te lo enseñan en la escuela y en la facultad...

RAÚL: Algunas cosas que decís están bien, eso solo que Dios está demás simplemente porque ante todas las injusticias de la humanidad él nunca hizo nada ni va a hacer nada. No existe, es simple, no existe. Son los mismos trabajadores y explotados los que tienen que tomar conciencia de su situación y solidarizarse para llevar a cabo la lucha que va a transformar la realidad.

DANIEL: Se creen en las teorías con la misma fe con la que se cree en Dios. Ni vos ni yo ni nadie puede comprobar lo que dice la Ciencia sobre el comienzo de la vida y de la tierra. Dice que todo empezó con una explosión (Jimena dice: El Big Bang). Eso, el Big Ben (Raúl sonríe sin dejar de contemplar a Jimena). ¿Y por qué no se puede comprobar? Fácil: ¡porque las teorías dicen que el Big Ben, o sea, la explosión inicial pasó hace miles de millones de años! No sé cuántos ceros hay que ponerle al millón, pero son números que solo se pueden imaginar, nadie estuvo allí para observar ni analizar ni comprobar nada. ¡Lo mismo eso de las galaxias infinitas y los agujeros negros que están a años luz, tantos que nadie se puede hacer ni una idea aproximada! Alguien pensó eso, un científico que después escribió un libro para impresionar a otros científicos como él. Y a los científicos y a los incrédulos les vino bien, y dentro del mundo de la ciencia quedó bien, sirvió, y eso quedó como ciencia respetable.  En definitiva, se creen en esas teorías de la misma manera en que yo creo en Dios.  La diferencia es que todo lo que Dios dice en su Palabra es verdad, lo que dice la Ciencia no lo es, por lo que dije. Todo es fe, creer en lo que no se ve. Pero si hay que tener fe hay que tenerla por la verdad. 

JIMENA: Lo raro es lo que encontré una vez, que la teoría del Big Bang fue formulada por alguien que proviene de la Iglesia o que está relacionado con la Iglesia: un tal Georges Lemaitre, si no me equivoco…

LEO: (señalando los cigarrillos que dejó Guido en el mueble, le dice a Pedro) Le voy a sacar a tu amigo. ¿Se puede?

PEDRO: Si a ellos no les molesta, por mí está bien.

JIMENA: Bueno, escuchen, dijimos que la Ciencia es un cuerpo de científicos, (Daniel se superpone diciendo: Son personas con un cerebro e inteligencia, que es la creación de alguien superior; Leo se superpone: Son personas que llegaron a evolucionar de formas de vida muy simples hasta que llegaron a tener conocimiento muy avanzado, superior; Jimena sigue:)  Además, acá estaría la cuestión: es necesario, como dijimos, que los científicos tengan ética como principio. La ética es un concepto no material, es un valor, como los sentimientos,  la alegría, la esperanza, la soledad, el odio, el amor…

RAÚL: El amor. El amor es un misterio, lo admito. Para mí, que soy  un materialista, es como un punto débil, una falla que vulnera el comportamiento del ser humano. Seguí, Jime, creo que podría coincidir con vos.

PEDRO: Tantos años que atiendo en este local, nunca escuché algo así acá.

(Guido grita desde la cocina: ¿Pedro, dónde tenés café? Pedro le responde: ¡Fijate en unos frascos que hay en los estantes!)

DANIEL: (a Pedro) Bueno, yo te hablé alguna vez de estas cosas, pero no me llevaste el apunte. (A los demás:)  Claro, hay cosas que no son materiales, los que dice ella, es decir, son espirituales. Y si el ser humano siente cosas espirituales  quiere decir que es verdad que es la imagen de un ser espiritual. 

LEO: ( se superpone) Estás simplificando demasiado, no sé si sabrás que existen antropólogos, filósofos, ¡tantos especialistas que dan mejores respuestas que la tuya, que evidentemente sacás de ese libro de cuentos! 

DANIEL: (sigue hablando) Todo lo que hacen y dicen los científicos tiene que salir, o de la verdad, o de la mentira o de las cosas a medias. Ahora, Dios es verdad, y su Hijo, que es el mismo Dios, la misma persona, también es verdad. En ellos no hay sombras ni verdades a medias por conveniencia. Entonces sus criaturas tienen que seguir la verdad total como su Creador, si no lo hacen, entonces siguen la mentira como el enemigo de Dios y lo que dicen es falso.

LEO: Ellos son así de cerrados, no escuchan razones. Maestro, permiso, paso al baño. (Pedro asiente. Leo se levanta y se va hacia el baño)

RAÚL: ¿Y vos Jime? ¿Cómo es para vos la cuestión de la ética? O hablemos de los sentimientos, del amor, lo que dijo él.

JIMENA: La ética es definitivamente una cuestión moral, una cuestión derivada de la moral. Sin ética,  las acciones, las políticas y decisiones, en el caso de la pandemia, pueden ser perniciosas, dañar a otros, hasta puede dañar a las mismas autoridades. 

DANIEL: Y como cualquiera puede poner cuáles son las reglas éticas o puede acomodarlas a ciertos propósitos (Jimena agrega: Intereses).  Eso mismo: intereses, entonces los científicos, la Ciencia, pueden mentirnos para favorecer a los que tienen la plata por la conveniencia de ellos. Y es lo que ha hecho muchas veces. Pero hay una ley que está por encima de todo:  la Ley de Dios. Cuando  no se la respeta o se la niega, las cosas tienen que ir mal porque se parte de mentiras.

RAÚL: Mirá, en realidad, yo pienso como el novio de ella. Tal vez no en el aspecto político, pero por supuesto que hay especialistas, profesionales que saben cómo responderte. No es tan así lo que decís. La vida es más compleja, la naturaleza del hombre siempre ha sido compleja. Los seres humanos han necesitado sobrevivir y luchar por su felicidad. Yo no sé mucho de historia pero sé de todo el dolor y el sufrimiento y las muertes por las que pasó la humanidad. Y sé que necesita seguir luchando para lograr su felicidad y para que triunfe la justicia algún día. ¿Y dónde está ese Dios tan maravilloso en todo esto? Por eso, para mí no es tan simple. Y bueno, por eso, yo no creo en Dios.

DANIEL: Ya hablé de eso, no sé si escuchaste.

PEDRO: Che, (por Guido) ¿este no se me habrá intoxicado con el gas? ¿Quedó todo bien, Raúl? Espero que me haya escuchado que use la pava eléctrica.

(Sin que nadie se dé cuenta, Leo regresa y se queda parado y dice como queriendo terminar el tema:)

LEO: Es lo que yo digo: No son tiempos para perder en religiones. Esta es la era de la religión Científica. Y no que haya empezado recién, no, no. La gente formada lo sabe, así que fueron unos minutos de divague místico. (Mira a Jimena) No hay nada que sea tan misterioso. Los sentimientos que decís consisten en reacciones químicas que pasan en el cerebro. Esas reacciones son parte de la evolución del humano, son parte de las adaptaciones que necesitó para reproducirse, para su vida social. No es que quiera destruir  los pensamientos románticos que es natural que tengas, mi vida, pero el amor, el enamorarse, la belleza (sin que Leo se dé cuenta, Rául asiente mirando embelesado a ella) son cuestiones culturales. ¿Y la cultura? Productos, expresiones arbitrarias de las diversas tribus alrededor del globo. ¡Lo mismo con la religión! Las religiones surgieron en las tribus primitivas para tener explicaciones del mundo, para dar sosiego a las inquietudes y miedos, ¡para que terminen las sequías y dejen de cagarse de hambre! Yo creo que estas cosas las debés haber visto, pero tal vez él (Jimena le dice: Daniel), Daniel, no, casi seguro que no.

DANIEL: Sí, como decís vos, estamos dando vueltas sobre lo mismo. Todas las obras del ser humano y sus sentimientos salieron de su cerebro. Pero ¿de dónde salió todo, la célula más insignificante que se fue llegó a convertirse en ese cerebro?

LEO: ¡A ver! 

(Lo interrumpe un llamado a su celular. Este mira quién lo llama y se retira hacia la puerta de calle, pero como todavía hay ruido afuera se va hacia la izquierda, cerca de las puertas de acceso a la cocinita y al baño. Como el sonido de la voz del que lo llama es bajo, con una mano tapa el oído libre; habla levantando un poco la voz y pidiendo que le repitan porque no oye bien.)

JIMENA: (a Daniel) Yo pensé en lo que decís, que los paisajes y la naturaleza y todas las cosas tienen que haber sido creadas por alguien, que no son el producto de la casualidad. Por ejemplo, hace dos años estuve en Bariloche, en el Cerro Campanario, y esta vez no solo me saqué fotos sin pensar en las bellezas que contemplaba, quiero decir, no las dí simplemente por hechas. Esa última vez que fui, me puse a observar todo desde donde estaba, los lagos y los bosques ahí abajo, el cielo y todo. Y una de las cosas en que pensé fue: ¿será que la naturaleza lo pensó todo, los colores, las plantas, los animales, el cielo, las nubes, todo? Dicen que la naturaleza es sabia, pero si es sabia tiene que ser una persona. Lo mismo me pasa cuando acaricio a mi gatito, que es hermoso, y él me mira con esos ojos y se pone mimoso… ¿entienden lo que quiero decir? (Daniel le dice, Claro, claro que sí).  Y estando en el Cerro Campanario,  sentí algo muy lindo, sentí ganas de amar a los demás y que me amen. Y también deseaba que todos pudieran disfrutar como yo de ese lugar y de ese momento. Y pensé en algo así como lo que decís. Alguien tuvo que hacerlo todo. Es un misterio.

RAÚL: Me hubiese gustado estar con vos ahí para explicarte que era muy lindo lo que veías pero que para eso tu mente ya estuvo… lo que dijo el Unicornio. Bueno, y eso de que otras personas no pueden disfrutar de ese lugar habla de que hay injusticias y desigualdades. Vos pudiste pagarte las vacaciones pero otros no. 

DANIEL: (a Jimena) No, no es un misterio. Pensá además en las tantas cosas que existen. Pensá en las mismas personas, los seres humanos. ¿Vos pensás que esos paisajes tan hermosos y esas ganas de amar y ser amado fueron creados para unas pocas personas? Dios al principio hizo su creación para que la compartan todos. 

RAÚL: Por eso, ¡hay que luchar por las desigualdades!

DANIEL: Si luchás en la manera en que quieren los hombres, negando a Dios, las injusticias y el dolor nunca van a terminar. La historia lo demuestra. Cuando se lo estaban llevando al Hijo de Dios preso para torturarlo y matarlo, a Él que era el más bueno e inocente de todos, (y mira a Pedro y enseguida vuelve a mirar a Raúl:) Pedro agarra una espada y contraataca hiriendo a uno de los soldados. Pero el Señor le dijo que guardara esa espada, que si mataba con la espada también a él lo iban a matar con una espada. No, no. Hay que dejar que Dios intervenga y que las cosas pasen como Él dijo que pasarían. Él nos va a librar al final.

(Pedro y Raúl se ríen, Jimena tiene cara de desconcertada)

RAÚL: (imitando a Leo) Jime, vos que no tenés Netflix...

DANIEL: Dicen que el cuerpo humano mismo es algo maravilloso. Varias veces vi documentales que tratan de eso: “la máquina maravillosa”. Los que estudian la anatomía se maravillan de cómo es. Pero sabés, no dicen que es una creación de Dios. Dicen de todo menos eso. Ahí, están negando al Creador.

RAÚL: Claro, claro, es cierto, pero seguimos en lo mismo. La Ciencia explica todo, no necesita que exista Dios.

JIMENA: ¿Y los sentimientos? ¿El amor? Esas cosas están más allá de lo material. Pienso que esos sentimientos no surgen de simples reacciones químicas, como dice mi novio.

DANIEL: Lo del amor debe ser lo más difícil de explicar.

RAÚL: (callado por un breve instante, mirando a Jimena a los ojos y también a los otros). No, no tiene por qué ser difícil. De explicar, digo. El amor simplemente pasa. Conociste a alguien, te gustó y cuando te das cuenta ya te estás enamorando. No lo podés evitar, entonces, tenés que hacer algo al respecto. Como animales que somos, creo que hasta en este caso, los machos pelean por la hembra o la hembra elige al mejor macho para que la fecunde. ¿No es así? Tiene algo que ver con la lucha material por la supervivencia. Después, lo difícil puede ser que las personas coincidan. Pero eso ya es otro tema.

 (Jimena mira hacia atrás una sola vez para ver qué hace Leo y vuelve hacia los otros)

JIMENA: No sé si me gustó mucho esa visión.

RAÚL: Bueno, supongo que las mujeres  le ponen la dimensión romántica, lo cual es maravilloso. Por algo son los seres más bellos. (Hace una sonrisa compradora)

DANIEL: Me iba a referir a otro tipo de amor. Por amor, Dios te deja que hagas lo que quieras, te da la libertad de elegir tu camino y tus acciones. Pero también te dice que tenés la opción de elegir lo que quiere Él, porque Él sabe mejor que vos y que nadie lo que es bueno para vos. También por amor y gratitud, vos deberías corresponderlo cumpliendo su voluntad. Ahí está lo que puede ser difícil de entender sobre el amor: Dios no creó a gente programada para amar como si fueran robots. Pudo haberlo hecho pero le dio libertad al ser humano para que él ame a Dios desde su propio sentimiento, con una actitud libre. Pero desde el comienzo el ser humano le creyó al que le dijo que Dios es un mentiroso y la humanidad se desarrolló sin su Creador.

RAÚL: No, no. Pero si para salvarte tenés que amar a Dios sí o sí, hacer lo que te manda, eso no es amor, es una actitud interesada de dar y que te den a cambio. Y resulta que las religiones administran eso, no me lo vas a negar. Porque,  como dice el unicornio (señala a Leo), Dios se borró pero quedaron sus testaferros. 

DANIEL: Yo te pregunto, y no sé si sos papá. (Raúl sacude la cabeza un poco alarmado) Cuando los padres dan órdenes a sus hijos, ¿es para controlarlos así como decís?

RAÚL: ¡Claro!

DANIEL: Bueno, si querés, sí. Pero son los padres, y porque lo son, ponen normas para el bien de ellos. Otra cosa es que te controle un gobierno o los políticos, algún pastor o cura que enseña por plata, estas cosas las hacen por sus intereses y para tener a la gente bajo su poder.

PEDRO:  O para los intereses de los laboratorios que sacaron las vacunas. Pero, Dani, yo leí esa biblia que me dejaste una vez, no leí toda, pero donde la  abrí, te soy sincero, vi mucho castigo y muerte. Incluso castigos duros para el propio pueblo de Dios. Los sacó de la esclavitud y los hizo vagar cuarenta años en el desierto antes de llegar a la Tierra Prometida. Y se murieron todos, bah, solo llegaron los bisnietos. Ni Moisés llegó. Eso es solo un ejemplo de cómo el tipo castiga a todos.

(Leo y Guido vuelven, se quedan en silencio escuchando. Leo hace gestos de impaciencia. Guido pone el termo y los vasos descartables sobre un mueble con cajones)

LEO: Contradicciones, castigos… no sé por qué les gusta perder el tiempo así.

GUIDO: Ahí tienen café. Y no pierdan el tiempo, que el tiempo es dinero.

DANIEL: Sí, Pedro, es cierto. Nunca me preguntaste sobre lo que leíste, no imaginé que hubieras leído. Es difícil de explicar lo que decís, pero es cierto. (Raúl hace un gesto como que entonces tiene razón). Un padre, un buen padre, también te castiga después de que desobedeciste lo que te mandó a hacer y a no hacer. Los psicólogos te pueden decir que no hay que pegarles a los hijos, pero eso está mal. No le pegás a tu hijo y vas a ver qué mal le estás haciendo. El hijo malcriado va a hacer lo que no debe y se va a meter con quien no debe. Dios es un Padre, solo que con este Padre no se juega.  A su pueblo los hizo dar vuelta por el desierto durante cuarenta años porque, a pesar de que vieron que Dios les abrió el mar para que lo cruzaran caminando, les hizo llover alimento del cielo y les mostró muchas maravillas, ellos lo desobedecían todo el tiempo y se ponían a adorar a otros dioses. Como te dije, con Dios no se juega.

LEO:  Jime, no sé qué pensarás de todo esto. No creo que haya contestado lo que le dije al principio: mucho amor amor, pero la gente se está muriendo por esta enfermedad. Antes también, por otras enfermedades, por las guerras y por miles de cosas. No, no, por eso te digo. Yo creo en la Ciencia. La Ciencia es consecuente, estudia los males de la humanidad y les busca una solución. No es que te quiere y si a cambio no la querés te revienta.

PEDRO: Hmmm otra vez, no sé, no estoy seguro. Pienso en la gente que dice que a esta enfermedad la provocaron para se busque una solución urgente así la gente no se muere. Pero que en realidad lo que se busca es imponer una nueva forma de  organización mundial.

RAÚL: Exacto. ¿Y quiénes están detrás de todo? La clase política dominante y los títeres de los grandes capitales con la ayuda de una tecnocracia funcional.

GUIDO: Siguen girando en un círculo que no sale de las conspiraciones, de las cosas que hace Dios que no entienden, y de dichos no confiables.

LEO: La parte mística no me interesa, lo demás son conspiraciones, sin duda. Gente que promueve la anarquía y pone en peligro al resto, a la mayoría de la población. ¿A donde están las pruebas para esas acusaciones?

JIMENA: ¡Están filtradas, Leo! Todos los medios de comunicación, todos los canales de televisión están en manos de empresarios a los que les conviene que se ponga en práctica esa nueva organización mundial. ¡Los gigantes tecnológicos censuran la información alternativa! 

PEDRO: Es cierto: cuando ves las noticias solo se escucha una campana, solo se apoya toda esta cuestión de.. de...

JIMENA: De las políticas sanitarias. Y a todos los que están en contra se los persigue. (señala hacia la calle) Hay solo una versión oficial.

LEO: No, no, no es tan así. Yo he visto algunas voces en contra.

RAÚL: Con los medios apoyando todo este relato, las voces en contra quedan fácilmente convertidos en los enemigos de la sociedad. Fíjense lo que pasó en Estados Unidos: El viejo este, el Pato Donald, se puso en contra de los grandes monstruos a los que les conviene fomentar la guerra y las invasiones de Estados Unidos a sus países objetivos y todos los medios lo censuraron para que el tipo no hable. ¡Ahí tienen al país de la democracia! ¡El país que está sobre una colina y al que todos debemos mirar! Por eso es necesario luchar contra el neoliberalismo y su maquinaria. Daniel, tu Dios no va a hacer nada, como siempre, nunca hizo nada. ¡La lucha por nuestra libertad está en nuestras manos! 

LEO: El Che Guevara tenía una causa perdida y murió. Y ahora va a pasar lo mismo.

(Raúl lanza a Leo una mirada de rabia)

DANIEL: Mirá, hay respuestas para lo que plantean. La cuestión es que si están dispuestos a recibirlas.

LEO: (irritado) ¡Por su puesto que yo no!

JIMENA: Yo creo que sí. Porque algunas cosas que dijimos son ciertas.

LEO: Por favor, Jime. Sos una chica con educación superior. Él, (haciendo un cabeceo despectivo a Raúl) no sé. 

RAÚL: No, pará, pará. Ahora trabajo de plomero gasista y  vivo de changas pero yo también pisé la facultad.

LEO: Una cátedra zurda en la UBA, seguramente.

PEDRO: Che no se me peleen, tomen el café que hizo Guido. Me parece que también encontró las galletitas. Yo creo que dentro de un rato se van a poder ir tranquilos.

LEO: (mostrándole su celular) Jime, nos vienen a buscar, alguien de las fuerzas de seguridad que me conoce. En cualquier momento me avisa y salimos. Tiene un auto que nos saca de la zona. Solo que va a esperar el momento en que se calme un poco el quilombo.

GUIDO: Che, tomen el café. Ahí tienen vasitos.

JIMENA: Ah, como decían que nadie tiene que salir hasta que avisen…

PEDRO: Sí, sí. Es lo que me avisaron y lo que están diciendo en la tele.

(Guido, que está tomando café y masticando una galletita, agarra el control, sube el volumen y cambia de canal)

PEDRO: A ver… ¡escuchen!

“El comandante del operativo en la Ciudad de Buenos Aires acaba de informar que aparecieron más focos de antivacunas cerca de Plaza Once y en los alrededores del Abasto. Es evidente que los rebeldes se han venido organizando sin usar las redes sociales durante un cierto tiempo. Es muy posible que algunos grupos hayan empleado las tradicionales líneas telefónicas que mayormente han quedado en desuso y otros medios que se están tratando de determinar. Sin duda esta insurrección ha tenido bastante éxito porque se han sumado muchas personas espontáneamente, muchas de ellas, aglutinadas por dirigentes de partidos políticos registrados, sorpresivamente no solamente de la izquierda. Mientras tanto,  sigue la orden de que los vecinos de San Telmo y de la zona del bajo permanezcan dentro de sus casas hasta que se les de aviso de que puedan salir. Se advierte a la población de que los rebeldes están armados con bombas caseras, palos y algunos hasta con armas de fuego. Por tanto, repetimos: no salgan de sus casas, no salgan a la calle hasta que se de aviso y los disturbios sean controlados…”

JIMENA: Leo, pero entonces no creo que podamos irnos.

LEO: No aguanto un minuto más estar acá adentro escuchando a esta gente irracional. (A Pedro) Perdón, por vos no lo digo. (a Jimena) Vos vení conmigo que no pasa nada. A esta persona que nos viene a buscar la conozco.

PEDRO: ¿Estás seguro de que les conviene salir? Mirá lo que dicen las autoridades... 

(Raúl sonríe socarronamente mientras toma su café. En ese momento vuelve a sonar el celular de Leo y él se aleja otra vez hacia la izquierda. Raúl le dice a Jimena en voz baja:)

RAÚL: Jime, fijate. Yo que vos espero. ¡No vaya a ser que salgas, te confundan y te peguen un tiro, o te carguen a un camión celular!  Todo por culpa del Unicornio oficialista. Quedate. Después yo te acompaño.

(Jimena se ve tensa por el miedo de que Leo lo escuche. En ese momento arrecian los ruidos de la represión que vienen de la calle. Se escuchan algunos gritos cerca y estruendos lejanos y otros más cerca, hay tiros y también se escucha el ruido que hace un helicóptero que está sobrevolando por la zona.)

PEDRO: Lo mejor es que se queden un rato más. Háganme caso.

(Daniel dice lo mismo. Vuelve Leo y le dice a Jimena que en cualquier minuto se van)

Miren, hagan como Guido, que está ahí calladito y tranquilo concentrado en su celular y terminándome las galletitas.

GUIDO: (con la vista en la pantalla de su celular, habla con la boca llena:) Todos hablaron menos yo. Les voy a decir qué me parece eso de que hablaron y no esperen de mí un discurso. Si el amigo bíblico quiere esperar a Dios para que lo salve, que lo espere. Al barba lo esperan hace siglos no sé para qué. Yo les diría que se vacunen todos si quieren seguir viviendo y que se adapten a la nueva normalidad, ¡que tiene sus ventajas, eh! Yo, mientras ustedes hablaban de la evolución, del cerebro del mono, de los paisajes de Bariloche y demás cuestiones sentimentales, estaba haciendo operaciones bursátiles desde mi celu. Una cuestión de adquirir prestadas unas acciones por un corto plazo con miras a que las compañías que las emitieron se vengan abajo, quiebren, lo cual me va a dar ganancias. Operaciones que ya vengo haciendo y que me dieron buena guita. Si les interesa después si quieren les cuento cómo es esto. Después… (Pedro se superpone diciendo: ¿Eso no es algo que llaman fondos buitres?). Puede ser, puede ser. Después si querés te explico cómo hacer. Y a ver si con las ganancias me pagás, eh. Además, estoy metiéndome con el tema de las criptomonedas porque, con el derrumbe de la actividad económica y los rumores de la evaporación de los ahorros convencionales, digamos, esto de las criptomonedas es lo más aconsejable. Todas ocupaciones del tiempo muy provechosas. Y la verdad que yo creo a los quilomberos de ahí afuera, les conviene dejar de romper las pelotas y sacarle provecho a esta nueva realidad. (A Leo:) Ey, ¿me podrán llevar con ustedes cuando venga el que decís?

LEO: No, la verdad creo que no. Se supone que solo se me llevan a mí a ella. Pero si se puede te digo.

RAÚL: (sarcástico) ¡Claro! ¡El oficialista está en contra de los que perturban el orden pero él mismo no quiere respetar las normas! Jimena, quedate, yo después te acompaño.

(Jimena no sabe qué decir)

DANIEL: Mirá puede ser peligroso. Por eso dieron la orden (señala el televisor).

PEDRO:  Che Raúl, me pregunta por Wasap la vieja de acá enfrente, la del calefón, que si te veo, que te avise que vayas en cuanto puedas que si no, no se puede bañar… ¿Fuiste o no fuiste a arreglarle el calefón?

(Raúl se ve incómodo, no sabe qué contestar)

LEO: Lo que pasa que el zurdo agitador este, ¡no andaba por la zona para hacer ningún trabajo! ¡Este es uno de los rebeldes!

(De repente y con un movimiento brusco, Leo se agacha para levantar la valijita de herramientas que trajo de Raúl y que había dejado en un rincón, la abre y desparrama el contenido sobre uno de los sillones de peluquero.  Lo que había dentro eran volantes y unas botellas de vidrio vacías. Guido lee lo que dice en los volantes en voz alta:)

¡Abajo el Nuevo Orden Mundial! ¡No a las vacuna$ matagente!

¿Y estas botellas deben ser para las bombitas esas, no?

LEO: Es lo que yo digo: (Levanta algunas cosas que había en la valija)  ¡Este se vino a ocultar acá! ¡No anda arreglando un carajo!

RAÚL: ¡Dejá eso, pedazo de basura! ¡No toques nada! 

(Leo y Raúl se ponen a forcejear. Jimena dice ¡Basta, cortenla! Raúl le da un empujón a Leo, quien choca de espaldas contra un estante y cae al piso derribando unos objetos de la peluquería como lociones, aerosoles y otros elementos. Leo se pone de pie para embestir a Raúl; Daniel y Pedro van a atajarlo pero antes Raúl logra pegarle un manotazo en la cabeza a Leo y le deshace el cuerno de unicornio. Jimena se apresura a apartar a Raúl gritando ¡Basta, basta!)

LEO: (gritando)  ¡La puta que te parió, zurdo de mierda! ¡Te voy a mandar a los milicos, vas a ver!

RAÚL:  Dale, hacelo, hacelo. ¡Son tan racional y científico como este sistema dictatorial de mierda! 

(Aunque los ruidos de afuera se intensifican otra vez, se escucha que golpean la puerta de la cortina de metal a la vez que suena el celular de Leo)

LEO: (a Jimena, exaltado). ¡Ahí llegó, nos vamos ya, ya! Agarrá tu cartera, ¡vamos vamos!

JIMENA: ¡No, Leo! ¿No escuchás que los disturbios siguen ahí afuera?

LEO: ¡Vamos! ¿No entendés que no vamos a tener problemas?

(Pedro y Daniel atajan a Raúl para mantenerlo alejado pero él se resiste)

RAÚL: ¡No, Jime, no vayas! ¡Es peligroso! ¡Quedémonos hasta que pase todo!

LEO: ¡Callate, hijo de puta! ¡Dejala, ella se va conmigo!

(Mientras que Daniel y Pedro siguen sujetando a Raúl, diciéndole Calmate, calmate, que estás en peligro, Guido se adelanta hacia la salida a la calle y toma del brazo a Leo llevándolo hacia la puerta, pero Leo se resiste porque ve que Jimena retrocede hacia el otro extremo y se para detrás de Daniel, Pedro y Raúl. Está claro que ella no quiere salir del local )

GUIDO: Yo diría que no pierdan el tiempo. El que vino dejó de tocar. ¡A ver si no se fue!

LEO: (rendido y con amargura) ¿Sabés? Sos una pelotuda. Una rebelde sin causa, o mejor dicho, ahora con la causa que te vendieron el zurdo de mierda este y el chupacirios.

(Pedro dice: Pero él no es católico ¿ no? Daniel sacude la cabeza y dice: solo creo en Dios. Mientras, Guido abre la puerta de la cortina de metal; se asoma y sale a la calle)

PEDRO: ¡Che, cuidado! ¡Se van a meter los de la seguridad!

(Raúl toma a Jimena de los brazos como reteniéndola; Jimena no se da cuenta, no se resiste)

RAÚL: Jime, vos quedate, yo después te acompaño.

LEO: Vos vas a ver, hijo de puta... (A Jimena) Quedate, quedate, vas a dormir acá con el zurdo. Bah no sé si con él o con el otro. Quedate.

(Leo da media vuelta y sale a la calle. Pedro se acerca para asomarse y mirar la calle. Se vuelven a escuchar los tiros y las sirenas de los carros de asalto. Jimena grita ¡Leo, volvé, no salgas!)

(Asomado a la calle, Pedro se mueve vacilante y con miedo, se escuchan tiros y se intensifica el ruido del helicóptero que sobrevuela el lugar. Sigilosamente, Raúl entra a la cocinita y cierra la puerta)

PEDRO: (cuenta lo que ve)  A Guido lo pusieron contra un auto con las manos detrás de la nuca y las piernas separadas. (Hace una pausa) Tu novio está hablando a media cuadra con un milico… Entró solo a un auto.. A Guido lo tienen ahí, lo están cachando como en las películas… Voy a salir… 

DANIEL: ¡No, Pedro, no! ¡Te van a llevar preso! Salgo yo.

PEDRO y JIMENA: ¡No, no! Vos tampoco. Quedémonos a esperar.

PEDRO: ¿Y Raúl?

JIMENA: Debe estar en el baño.

DANIEL: No, vi que se metió en la cocina. Mejor. Que se quede ahí.

PEDRO: Este Raúl me puede meter en un problema… (Pedro vuelve a asomarse a la calle)

¡Che, el Unicornio se tomó el palo…! [en Argentina esto significa “se fue”]

DANIEL: ¿Se fue?

PEDRO: Sí, el auto ya no está. Y a Guido tampoco lo veo…[pausa] ¡Allá, en la esquina! Están metiendo gente a un camión celular. ¡Sí, se lo llevan ahí!

(Jimena está conteniendo las ganas de llorar)

PEDRO: No te preocupes. Te quedás con nosotros todo el tiempo que sea necesario. Por el movimiento que se ve, ya está terminando todo el lío. Ya van a decir que se puede salir…

DANIEL: Entrá y cerrá la puerta, Pedro…

(Desde la cocina se escucha que Raúl grita: ¡Cierren la puerta de la calle y apaguen la luz!)

PEDRO: ¡Che, te vas a envenenar con el olor a gas!

RAÚL: ¡No pasa nada, la llave de paso está cerrada! ¡Jime, vení acá, vas a estar más segura!

DANIEL: ¿Apago la luz?

PEDRO: No sé, no creo que haga falta.

JIMENA: Creo que es mejor que la apagues…

DANIEL: Dale…

PEDRO: ¡Ah! Y cerrá las puertas. Primero la de metal y después…

(Justo cuando Daniel está por cerrar, abren violentamente de una patada la puerta de metal derribando a Daniel. Entran dos efectivos de seguridad y luego un tercero, haciendo los movimientos típicos de un operativo de allanamiento. Empuja a Daniel para ponerlo junto con los otros. Además de estar uniformados y armados, llevan mascarillas de gas. Daniel, Pedro y Jimena están paralizados del horror, levantan las manos. Uno de los efectivos los escruta y les pide los celulares para controlar sus permisos de circulación. El segundo uniformado entra al baño y el tercero forcejea el picaporte de la cocinita)

UNIFORMADO 1: (después de pasar el lector de código QR por la pantalla de los celulares, pregunta:) El que se llama Raúl, ¿dónde está?

JIMENA: ¡No tenemos nada que ver con los disturbios!

DANIEL y PEDRO: Estuvimos todo el tiempo acá.

UNIFORMADO 1: ¡Dónde está el que se llama Raúl!

Los otros dos uniformados abren la puerta de la cocina a las patadas, entran y sacan  a Raúl a punta de arma con las manos detrás de la nuca. 

UNIFORMADO 2: ¿Así que te querías ocultar, eh? ¡Ya vas a ver adónde te llevamos!

UNIFORMADO 3: Vamos, vamos. ¿Y estos?

UNIFORMADO 1:  Se quedan acá. Ustedes se quedan hasta que se dé el aviso. ¡Ni respiren! ¿escucharon?

JIMENA: (gritando) ¡Déjenlo! ¡Rauuúl! ¡Déjenlo, él no hizo nada, estuvo todo el tiempo acá con nosotros! ¡Rauuúl!

PEDRO: ¡Pedoname, Raúl!

(Pedro agarra del brazo a Jimena. Los tres efectivos salen llevando a Raúl y dejan la puerta de metal entreabierta. Después de un instante, Daniel se acerca despacio para cerrarla pero queda paralizado por los gritos de Raúl desde afuera: ¡Pedro! ¡Daniel! e inmediatamente se oye la ráfaga de una ametralladora. Pedro corre a la puerta, se asoma y se mete rápido. Su cara de horror lo dice todo.  Jimena mira aterrorizada a los dos, se lanza a los brazos de Pedro y se pone a llorar. Daniel se acerca para cerrar las dos puertas de calle con llave. Se da vuelta y se queda mirando a los otros dos. Jimena sigue llorando en los brazos de Pedro. Daniel dice: “Tranquila, Jimena, tranquila”  y camina apesadumbrado hacia uno de los sillones. Se sienta y se queda quieto mirando hacia el piso. Luego alza la vista hacia el televisor y se queda mirando. Agarra el control y levanta el volumen. El que habla es el Presidente:)

“...la situación está prácticamente controlada, según me informan las autoridades del operativo de seguridad. En menos de media hora ya van a poder salir de sus casas los vecinos de las zonas en las que se desplegó el operativo de seguridad. Aunque tengan en cuenta que quedan apenas un poco más de dos horas para el cese de circulación. Los únicos que deberán esperar un poco más son los vecinos de las inmediaciones de San Telmo y Plaza de Mayo si bien la situación ya está controlada. Tengan un poco de paciencia, que la normalidad está casi restablecida. Como Presidente, debo llevar tranquilidad a la población y anunciarles que la casa vuelve a estar en orden. El orden que necesitamos para completar el operativo sanitario e  implementar con éxito todas las políticas sanitarias y de orden social que demanda esta situación, incluyendo la implementación necesaria de la nanotecnología, que como hemos visto hoy, no puede esperar más tiempo. Estoy convencido de que con la colaboración de todes y con la guía de las autoridades —locales y globales—, pronto disfrutaremos de paz y de seguridad en la nueva sociedad que estamos construyendo.” 

(Se escuchan más sonidos de ametralladoras y algunas explosiones lejanas. También se escucha que el helicóptero sigue sobrevolando la zona. Jimena sigue abrazada a Pedro y no para de sollozar. Se escucha que suenan los celulares de ellos pero nadie los responde. Daniel baja el volumen del televisor pero se queda mirando la pantalla, mientras se va oscureciendo el escenario hasta la oscuridad casi total. Y aparece proyectada por unos segundos la siguiente frase a lo alto, contra la pared del fondo:

                              

                                          “...que cuando digan paz y seguridad entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán

1 Tesalonicenses 5:3


 y la frase se esfuma lentamente hasta que la oscuridad es total.)



Música     

https://youtu.be/7HWI2KuaDOQ

  






                                                        
                                                                                                                                                                                                           Eusebio Natanael





Música: "Orchid 7" de Prefab Sprout
Autor: Paddy McAloon  - Album: "I Trawl the Megahertz"











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